Del biombo a la cátedra: igualdad de oportunidades de género en la Universidad de Chile
Del Biombo a la Cátedra. Igualdad de Oportunidades de Género en la Universidad de Chile 114 la posibilidad de ser desacreditadas públicamente dado que la actividad política es- tudiantil supone una alta visibilidad y exposición pública: “Quizás la mujeres, están como menos interesadas en ese sentido (…) yo creo que ahí es por una cuestión de interés no más” (Mujer) “ En mi Facultad, siempre ha habido hombres presidentes de los centros de estudiantes, no sé por qué en realidad. Quizás la mujeres están como menos interesadas en ese sentido, pero casi siempre han sido hombres y no me lo explico de alguna manera en especial, porque no es que se les incentive a participar, yo creo que ahí es por una cuestión de interés no más” (Hombre) “Es que yo invité a mujeres de mi Facultad y como que no sé, como que ninguna quiso, porque no sé (…) de tímidas. Pero ¿y yo qué voy a decir? y ¿qué voy a hablar? (Hombre) “Son mucho más visibles, creo que también es porque ellos, entre comillas, van más al choque, a la mujer siempre yo creo que le da miedo verse desacreditada, sobre todo si es un cargo público” (Mujer) Cuando se trata del proceso eleccionario en general, la presencia o ausencia de mu- jeres en las listas no es un factor que influya en las votaciones y en la elección de los cargos; lo que interesa es la lista y el sector que representa. De este modo, la partici- pación política femenina no se visibiliza como contenido programático que pudieran asumir las listas en competencia: “No creo que ninguno de mis amigos diga, no voy a votar por ellos, porque la presidenta es mujer, para nada. La participación política también es de hombres y mujeres, no hay diferencia en ese sentido, creo yo” (Hombre) “Al menos en dirigencias, el estudiante no vota porque es hombre o por la mujer, sino que vota desde el colectivo político al que pertenece” (Mujer) A pesar de la supuesta neutralidad de los electores(as) en términos de género de las candidaturas, las mujeres recuerdan el caso particular en que fue electa una mujer en la presidencia de la FECH. Allí fueron testigos de cómo el sexismo en el discurso y en las acciones se puede plasmar en una elección, indicando que, en algunos casos, el voto de algunos hombres se dio por características físicas de la candidata, lo que se superpuso a las ideas y a lo que representaba: “De hecho muchos de los votos que obtuvo Camila Vallejos, era porque decían: Voto por esta mina, porque es rica. Pero de nuevo se reduce el rol de la mujer a ser un cuerpo y no a las ideas (…)” (Mujer)
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