Del biombo a la cátedra: igualdad de oportunidades de género en la Universidad de Chile

Del Biombo a la Cátedra. Igualdad de Oportunidades de Género en la Universidad de Chile 110 “Yo creo que es bastante igual en la Facultad, no me ha tocado ver una diferencia de trato (…) creo que si todos entramos acá es porque tenemos las atribuciones para hacer las cosas” (Mujer, FAU) “Pero no lo focalizaría como un problema de la Chile, es un problema a nivel como de sociedad en realidad, como que todavía se tiene la idea de que Enfermería es para mujeres, Ingeniería es para hombres, Teatro es para gays. De hecho son como sentidos que se dan dentro de la Universidad” (Mujer) Las estudiantes advierten que ha ido cambiando la proporción de hombres y mu- jeres según carrera: algunas de ellas se han equilibrado, por ej. periodismo, mien- tras que otras siguen siendo clásicamente femeninas (área de salud) o masculinas (Ingeniería). Los estereotipos culturales que inciden en la segregación de las carreras se expresan también en las políticas comunicacionales utilizadas por la Universidad para difundirlas y promover la matrícula: “No [debieran] siempre utilizar un hombre para promocionar una carrera de Ingeniería o Derecho” (Mujer) La segregación de las carreras afecta a las personas de ambos sexos en su posterior desempeño profesional. De tal manera, se reconoce que los hombres egresados de carreras feminizadas tendrán problemas para ser contratados o encajar bajo las con- cepciones de género que imperan: “Yo creo que no hay las mismas oportunidades, según mi experiencia hay una predilección por profesoras mujeres sobre todo para colegios, no así con los hombres; yo he recibido muchos comentarios, por ejemplo de dueños de colegios con sostenedores que trabajan con puros niños de básica y dicen, no, yo no contrato profesores hombres (…) porque las madres con los profesores hombres siempre tienen un conflicto, creen que hay abuso sexual, no puede venir un niño corriendo y abrazar a su profesor porque las madres saltan, entonces yo por ahorrarme esos problemas no contrato profesores. También conozco amigos profesores hombres que duran un año en un colegio y no más porque quieren una profesora mujer para los niños” (Mujer, Centro de Estudios Pedagógicos) Los estudiantes identifican las diferencias en la participación de profesores y profe- soras en sus carreras, lo que se replica en el estudiantado y en los cargos de poder: “En un curso de cuarenta, diez serán hombres, una cosa así, es exactamente lo opuesto a mi otra carrera, cuando yo estudiaba música, en un curso de veinte, seis éramos mujeres y el resto todos hombres. Igual ocurre con los académicos, hay muchos académicos que son mujeres y uno o dos hombres he tenido a lo largo de todos los estudios, al revés en música,

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