Apostillas para una obra invisible

miento, del eterno retorno. Resistir, en tanto que implica una ruptura de los clichés, supone que la situación pierde su condición global o totalizante y estalla en procesos singulares que ya no están atravesados por una contradicción mayor ( Hegel ) sino por líneas de fuga locales que comunican singular a singular, de minoría a minoría. La capaci- dad de resistencia puede vincularse, asimismo, a un creer en el mun- do, a un suscitar acontecimientos que escapen al control, a hacer nacer nuevos espaciotiempos. Es por todo ello que Deleuze afirme en Con- versaciones que “necesitamos al mismo tiempo creación y pueblo” 13 . De la crítica a la creación, entonces, y una creación libre (de prejui- cios) y liberador (de sentidos) como presiento que realiza, lleva a cabo, la Obra Invisible de Arturo Cariceo. Poner en funcionamiento y hacer circular el sentido que no se somete ni al juicio estético de la Crítica, ni a las demandas artificiales generadas por la mano invisible del mer- cado del arte (fetichizado y hechizado por la lógica del consumo). Contra el imperio de lo efímero, jugar a su favor de un modo simulado y travestido, dando lugar en la imitación paródica la propia naturaleza paródica e impostada de la producción oficial del arte contemporáneo. Para ello, toda una productiva fábrica de estrategias de desmontaje irónico y de distanciamientos críticos en favor de la creación per sé. Deleuze y Guattari nos recuerdan en ¿Qué es la filosofía? que “ cada vez hace falta el estilo (la sintaxis de un escritor, los modos y ritmos de un músico, los trazos y los colores de un pintor) para elevarse de las percepciones vividas al percepto y de las afecciones vividas al afecto ” 14. El artista, entonces, desborda los estados perceptivos y las fases afec- tivas de la vivencia, es un vidente, alguien que deviene. El artista pre- senta afectos, los inventa y, además, nos hace devenir con ellos: “ El arte desmantela la organización de las percepciones, afecciones y opin- iones y la sustituye por un monumento compuesto de perceptos, afectos y bloques de sensaciones ” 15. Lo que no está compuesto no es una obra de arte. Deleuze y Guattari precisan que hay que distinguir y mantener la diferencia entre lo que es “la composición técnica” (el trabajo material que comporta hacer la obra de arte) y lo que es “la composición estética” (el trabajo de la

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