Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814

'60 IIEMO�IA BJSTÓRICA a custodiar el Parque de artillería, y otras dos para rondas. Así mismo se destinó una compañía do infantería y otra �e Cl\ballería para guar.necer el cuartel de S. Pablo donde es t aba Já Sala de armas , todo con el fin de apoderarse dé la fuerza y quitar toda esperanza al partido antijun­ tista. La noche siguiente se continuaron y multiplicaron las rondas, y particularmente los tlos campeones Carrera y Rosales , que como intere­ sados personalmente a los empleo s del Gobierno revolucionario, tomaban . con todo , esfuerzo estas m e did a s . para atemorizar y condenar a los fieles españoles que procuraban evitar la ruina de la Patria. TERCER OFICIO DE LA REAL AUDIENCIA. En el mismo dia 15 dirijió la Real Audiencia un tercer oficio al Gobier­ no que es del tenor siguiente: M. l. S. P. Cuando este Tribunal ha pasado a V. S. etc. La fuerza de la razon con que la Real Audiencia advertía al Jefe la ile­ galidad y peligro!> de- los proyectos del Cabildo, no dejaban de hacer su efecto conmoviéndolo y atemorizándolo e,on las malas resultas que le amenazaban y predecían : pero la desgraciada suerte de este remo esta­ ba decidida, y en vano trabajaban los que querían evitarlo. El Conde, Capitan Jeneral de 86 años , hombre de escasas luces, y rodeado y aun oprimido de sus'propio� hijos, nietos, sobrinos e innumerables parientes, del Asesor D. Gaspar l\larin, del secretario D. Gregorio Argomedo., to.:. dos partidarios y factore!ii del sistema revolucionario, lo <lirijian y:engaña­ han a su entera voluntad, separando de su trato a toda persona que pudiera desengañarle: le aseguraban que no habia medio mas eficaz y proporcionado para defender y C')nservar el Reino, sin olvidarse que la ambicion es . el vicio que mas cabida tiene en la última edad del hombre, le sujerian que la eleccion de la Junta era el arbitrio seguro para perpe.:. tuar su mando. El complejo de estas instancias, producían la facilidad y arbitrariedad con que hacían firmar al débil Jefe cuanta!> providen­ cias le presentaban para reunir y juntar tropas, nombrar comanclan­ te Jeneral de armas a D. Juan de Dios Vial · , Aq uiles . sustentador del nuevo sistema: armarse lós particulares comandando grandes patrullas; liac�rse jueces y p erse g uidores de todos los contrarios a sus ideas: ap ri­ sionar y formar sumarias a su voluntad; y en fin atemorizar todos los bue , nos. No se debe omitir como una de las medidas adoptadas por los revolucionarios el des p recio y aun aborrecimiento con que se declara­ ron contra la Real Audiencia, divul g ando por el pueblo y sujiriendo al Presidente que este tribunal se arrogaba unas facultades intolerables y despóticas, o p oniéndose a las dis p osiciones del Jeneral y q ueriendo dar la lei en eJ Gobierno. De este modo consiguieron excluir al Real Acuerdo como la ejecu,laroh en ese mismo dia 15 que convocando el Jefe a solo el Cabildo le consultó lo q ue debi'a hacer sobre la materia de que trala],an los últimos oficios de fa Real Audiencia y en su vista acordaron : el decreto siguiente:

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=