Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814
premura del liempo han deliberado tod s los punto acordados n Le I M. J. Ayun:nmiento que se formó n 1 . centr o d e l c o n c u rso ,' . y pi ·cron que para uplir esta ·olemnidad, firma. en los Capitulare y n continu cion co - mo representnnles del p nebb D. Antonio laria de la ota, D. Jo9é Antp nio Carnpino, D. Ramon Forma , D. Gaspar Romero, D. Francis(\O Cal dera y D. Agustín Gana, autoc,zándolo el Escribano de Cabildo: Qyc los mismos Diputados nombrados para firmar den cuenta inmediatame te de lo acordado a los Caballeros Carreras, asociados con un capitular y u Di putado de los del pueblo.-Domiogo Jo é d� Toro.-José Joaquín R<�ri guez.-Pedro José de Prado Jara-Quemada.-Marcelino Cañas.-Santi go Mu:ioz.-Juan Rafael Hascuñan.-Nicolas Mat o rra , s.-Pedro José Gon � lez.-Tomas Vicuña.-Malias de Muj,ca.-José Antonio Hnici.-Dr. T moleo Bustamante.- ntonio Maria de la Sota.-José Antonio Campin -Ramon Formas.-Aguslin de Gana.-Gaspar Romero.-Francisco Cal. dera.-Ante mi.-José Ignacio Zenteno, Escribano público y de Cabildo. MANIFIESTO. (Véase la páj. 433.) . Los pel�os que el , de setiembre . empeií.llt'on Jos defensores �e Ja Pa� l'r11, no depron mas logar que-el sahr de-ellos a. toda costa: el riesgo erá grave , <'0010 inminente! había entrado la corru�ion dentro :del mismo Santuario: un partido d1>minanle por la pluralidad mas desigual, lodo lo arrastraba a sils designios: el Reino caminaba a su roina con p�lad adelantados 'l ue o se debia jurar su esterminio político o poner la mano en el sagrado mismo de su representacion. · . · ·, Sobre este ncnetdo tan horroroso, como cieno, se dió aqueJJa bronca pincelada :·todo lo que condujo al Peligro de ser perdida para siempre esla preciosa piedra de la Real Diadema: en sn-estremo apuro oo tU\'Íeron lugar Jos principios mar, liberales : Íllé forzoe<> i.aalir del peso a · todo tnnce: de aqoi resnltó un vacío que soíocad& en los primeros mGDlea\os , per la ·ines,+ perada seguri<la1l, comenzó mui lijero a mauifemarse en el d.:scolllenlo de los sensatos: cada hombre conocia las virtudes-de los nuevos mandatarins: todos estaban satisfechos de su admiuistracion , 1,enc\eoiao las providen� cias libradas en todo órden; pero·que el tiempo inseparable del mortal, el sentimiento intimo del corazoo acosaba la debilidad de las bases. , · ·, · No &e babia consultado la voluntad libre del ci11dadano , aparecía atro,i. peltada la representacion jeneral por la scparacion de sosproetitui<IQI!mie� hros: las Provincias aun n > habian habilitado los poderes. qne arrebMó ll sus pérficlo5 represen\-antes el abuso de la mas alla confianza: aparecía en un � p � labra la nulic!ad mu insanable: el crédito del Reino oscilaba en las 1 1 opm,ones mas humillantes, y era forzoso reponerlo o abandonar el eon- cepto. · · · · , . En crisis tan apuraJa en,;eñ> la política que debía constitainJe en toda libertad cada hombre, ya en su persona, ya en sos dignos representantes: asi se verifico el memorable dia t 6 del corriente , en que reunida, en· una forma apacible la mas respetable asamblea, y constituido el Congreso en la plenitud mas señalada de su Aha rep resenueioo , se,escuchó e[ voto li bre del Reino que unánime aclamó el Gobierno Representativo y: que lo
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