Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814

DE LA BEVOLUCIOM DE CHILE, �'/ · modernos. tentadores � filósofos , -qué felicidad, h,umanldad , libertad, igualdad , filantropía, dignidad del hombre .... con otra multitud de epí­ tetos hipócritas y falaces con que disfrazan las amargas 11íldoras que realmente contienen el devorador veneno de la anarquía , la destruccion J ruina de los mismos hombres? Tan infeliz doctrina ha tenido por escuela pública desde la revolucion de Fr¡mcia la desgraciada jcneracion presente: y se ha jeneralizado en términos de penetrar y establecer!IC en estos últimos rincones del mundo, porque son tantos sus apóstoles y propagadores, que llega su número a ser infinito segun el testimonio de la divina sabiduría: Stultorum infinitum cst 11umerus: JlOr cuya razon no hai que admirar de la uniformidad con que estos revolucionarios procedían en el establecimiento de11us errores con los que trastornaron el órden en Francia \lrimeramente, y sucesivamente en toda Europa, ¡mes todos bebieron el tósigo de su .de1lravada ciencia en la misma fuen­ te. Entorpecida de estemodo la enerjía y vijilante celo del Gobierno, se hallaba este sumamente embarazado en descubrir y conocer los autores de la: (ermentacion revolucionaria apesar de verla tan pública y adelan. · tada, sin poder discernir la verdad y la falsedad que se revestia con la . capa de· aquella. En este estado no babia providencia mas natural y se­ gura que reunir y reanimar toda la autoridad posible en el gobierno por medio de la identidad y union de los tribunales y corpora<;iones ofreciendo protecci�n y amistad a los firmes y fieles vecinos de distincion que con mucha preponderancia componían la parte de la capital y-del reino; y asegnrar la tropa, poniendo a sumando oficiales de toda confianza. El que· _explica la oportunidad de· estas medidas, las propuso con toda la enerjfa ¡iosible a dos personajes de íntima confianza y amist\ld con el jefe para que se las persuadieran como recursos necesarios y apropósitos para salva.r el estado, y se �xtendió con toda prolijidad en disponer todos los porme­ nores en que consistían, especialmente fortificando el cerrito de Santa Lucía, elevado cuasi en medio <te está oiudad, que con 4 cañones de ba­ tir y 200 hombres de guar:nicion domina y asegura toda la capital. Por esta ventajosa sítuacion escojió D. Pedro de Valdivia este lugar para su fundacion; y la repetida experiencia confirmó su _acierto, segun Jo refie­ re la historia, y el mismo saludable efecto v"iéramos e1_1 el día si se obsei;-vara dicho plan. Dichos sujetos que ambos ct'an mOitares, el uno coro­ nel, y el otro capitan del cuerpo de injenieros, reconocieron la justicia y necesidad del proyecto; pero aunque la vropusieron, y se ventiló la materia, nunca tuvo efecto, porque el gobernador, al paso que se nece­ sita de mas resolucion y acfüidad, se puso tan indeciso y desconfiado de to<k>s, que no podia discernir los buenos de los malos, y en caso de eje­ cutar algunas medidas, eran estas dirijidas por el Dr. Rosas, que siem- 11re las enderezaba al descrédito del gobierno, que era el fin primero y t lrindpal de sus pl¡mes.

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