Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814
' •EIIORIA HJ5TÓB1CA los dema de América con la suprema Junta de Sevilla, uniendo nuestras ii:leas, como ent'.mces, con los <lemas pueblos de la Nacion, cumpliendo p.s encargos y redoblando nuestros esfuerzos, para aúxiliarlos con todo jénero de socorros que demuestren nuestra constante adhesioo a la causa Jle nuestro adorable Fernando: puede V. S. asi acordarlo, o lo que es time por mas conveniente. Todo Jo que visto y considerado atentamente y advirtiendo el cabildo la varieclan de .opiniones del pueblo a quien re presenta, y consultando el mayor bien ele la Nacion y tranquilidad públi ca acordó se informase al superior gobierno que por estas consideraciones se reconociese dicho supremo consejo de rejencia miéutrus . exista en ta Peninsula del modo que se ha reconocido por las <lemas provincias de Es paña, sin que se haga juramento como otras veces, se ha hecho reser vadamente; y constando esto para la mayor seguridad .Y defensa comun; y así lo acordaron y firmaron dichos SS. de que doi fé. AGOSTO 3L (Véase la p:íj. 55.) • Todo el pueblo se halla esc�nclalizado con lo que públ í came n te predicó el Reverendo Padre Romo la noche del miércoles 29 del corriente cu la de vota novena que su convento grande de esta ciudad hace al glorioso Pa<lre S. Ramon=Alli trató a este pncblo de tumultuoso e infiel=Allí atribuyó especial y señaladamente esta grave nota a los Patricios Chilenos. Sentó que tenían planes chlindependeocia, que trataban de hacer una Junta ele Go bierno opuesta a la autoridades coostitui<las=Qne el objeto era colocarso en aquellos empleos los mismos que los proyeetaban=Que las resultas de aquella perjudicial e infiel innovacion seria el saqueo de c;isas y tem pl os, el asesinato de muchos y una total insubordinacion y perturbacion de la paz y tranquilidad pública. Allí graduó de ilef(al y Lumultuaria h Junta de .Gobierno instalada en Buenos-Aires; protesLó que a.este pueblo revolu cionario querían imitar y seguir los chilenos, y no a l1Js de Lima y Méjico donde reinaba la fitlelidJd. 1''ueron tantos los errores que habló aq u e l r�Jijioso que muchos sujetos de probidad sorprendidos y esc an d aliza d os qui sieron salir de la iglesia y por atencion de rclij:ou no lo hicieron. De este propio cuerpo hubo quienes fuesen testigos auriculares de esta verdad y de cuanto dejamos espuesLo. De manera Señor que en con cepto de este rel,jioso han sido tumultuarias todas las Juntas establecid�s en , los Reinos do España que ya no tienen oLro Gobierno, y últimamente la de Cádiz que a mas <le hacerlo propone por modelo su deliberacion a cuantas personas quieran imitarle; pasando de oficio al Supremo Gobierno Y ,a este cab1l<lo un t<1nto de cuanto instalaron para nuestro gobierno y ejem. plo. Todos esos p11cblos serán sin duda tumultuarios en el concepto,. Y faltará en ellos la jurada fé a nuestro :Monarca. Un pueblo, Sr., que ha 01do pr!ldicar en la CAte�ra del Espíritu Santo ¿qué opinará de aquella providen cia'l ¿ qué de la de Buenos-Aires? y que brá si esta Capital en alguna oeasion las circunstancias obligan a lo mismo ? Atentado es este digno d�l mas público y severp escarmiento. Aquella catedra dispuesta para repart � r el pan evanjéhco se ha hecho el teatro donde se insulta a este pu e blo � 1a por di¡¡: parece que ya no hai otros delitos que remediar, ni otra doctrina ql)e enseñaT que la �el estado y fidelidad: supone esta perfidia en e) pueblo
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=