Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814
DE LA 1lB\'OLUCl01' DE CHILE. 15 Ca111a, interiore, o tlomi,tka, que inflt1yeron con ma•· inmediaeio11 en la retielucion de Chil,. Preparados los animos de estos habitantes con la noticia de los progre sos que en cuasi todos los Estados adquiria la seductora idea de indepen dencia y libertad, llegaron a perj\uadirse que se les presentaba .Ja ocasion masoportunademejorar su suerte, manía universal de todos'los hombres que jamas estau contentos con la actual, y les fastidia el bien mientras sin oposieion lo poseen. La España en la realidad presentaba la pers pectiva mas triste y melanc{>lica que podía imajinarse. Las intrigas de la Francia habían logrado minar los cimientos mas sólidos de su consti tucion; la corte, o por mejor decir, el mismo palacio y domicilio de nuestros reyes estaba convertido en un caos de discordia y confusion, de donde como de centro · se difundían por todas las dilatadas líneas de tan vasta Monarquía los mismos o ¡,eores defectos conociendo todos a pasos ajigantados caminábamos al último precipicio ; un soberbio y ca prichoso Ministro obtenía el dominio y Gobierno de la gran nacion, abu sandode su rocier con tanto escándalo que no se hallará ejemplar seme jante en las historias de todo el Universo. Sus miras ambiciosas y des tructoras apagaban la lealtad y amor a nuestros reyes, y solo este con traste pudo dar a conocer los subidos quilates de la fidelidad española. ·En «:Stas remotas distancias recibíamos mas abultadas las noticias de sus violentas y despóticas disposiciones, de su perverso Gobierno y los infinitos enemigos del Ministro, que es lo mismo que decir, todos los amantes de la j,isticia y de la Nacion trabajábamos incesantemente aunque con iníttil esfuerzo \lOr derribar aquel ídolo colosal· que nos d� ,-oraba. En este reino era sumo el descontento y universal la abomiria cion .del Gobierno'Supremo; las conversaciones JlÚblicas no resonaban otra -cosa que quejas exaltadas del despotismo de Godoy, y estos gober.nantes aunque celosos y fieles al Reí no podian conciliar la lealtad con la tolerancia de tantos males. Entre los muchos motivos de di�usto que conmovían_ diariamente los ánimos de los chilenos, fue uno de los · 1,rinci1Hlles el establecimiento del tribunal de Consolidacion , y fue nece sario toda la prudencia y fortaleza del señor Presidente y Capitan Jene :ral D. Luis Muñoz paraoontener el descontento público. Los destierros de separacion de los mas acreditados y fieles Ministros Florida Blanca, Conde de Aranda, Jovellanos, &c., la introduccion de otros inectos y malignos; los continuados empréstitos y ilonativos con la nota de la pésima inversion, mantenían en tal ajitacion los ánimos que anuociaba mui próxima la ruina del estado. En medio de tantos males no se des cubría otro remedio ni consuelo que la remota (al parecer) esperanza de la ocupacion at tro'lo por el mas suspirado y deseado sucesor Fer nando, cuando repentinamente nos hallamos con la funesta noticia de su extremado pe1igro; ya eramos sabedores de la opresion y cuasi de�radacion en que el Privado le t.enia constituido, pero no podiamos con cebir que la malicia, la impiedad, y la crueldad llegaran a tan alto
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