Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814

DE LA llEVOLt!CI01' DE COILE, 1 99 . jen\es, en cuyas ·manos estaba, que gj toJa, i, seria defensor de la· cnuSli del l\ei: respondió-<l,.ue su 'Vida estaba pronta antes que violar con la menor palabra. SU fü}eJic�nd · y honor , S•tfriendo Juego. la muerte que Je dieron·a sangre fria, blasonando que moria gustoso por su reí. I gu almente­ debereferirse la cooperacion y esforzados oficios del respetable sacerdote D. Manuel Martinez y de los Pl>. misioneros residentes en Arauco quie­ nes d,rijiendo y sos�enien<lo la opinion moral de aquellas jentes y el )>rimero aun la física con sus exortos y éompañín en las princi p ales ac­ ciones de In can1pnña contribuy�ron. principalmente al buen éxito de los sucesos. El resulta<lo <le la contr;;-revolurion ar.aucana pro p orl'1onó al ejér­ cilo reaJ la�esion de todas lns p rovinci.!s ulteriores de B,obio, la como-· nicacion conValdivia, Chiloé y Lima, y la amistad y adhesion de los jenti­ Jes arnucopos m\ldando de tal modo el aspect,:, de la guerra que, quedaban ya casi bloqueadó8 en Couccpcion. En este estado se hallnhan los ·ne­ gocios de lagtterro a principios de setiembre ignorándose todo enla capital, poet1, en tanta distancia le fué focil a Carrer� ocultar la •erdad y 110lo comunicaba a largos intérvalos algunos hechos de armas enteramente fal- 808, atribu•·énclose unas ventajas que realmente eran verdadrras pérdidas. loterin e.sto sucedía se estendió Elorriaga p:>r todo el distrito de · Uere, acau<lill; aquellas milicias; pasó la L.1ja, reanimó aquellas jentes poniendo alguna guarnicion en los Anjeles, Santli Bárbara, San Cárlos hasta Na­ c;imiento; por este lugar y por Santa Juana pasó el Biobio, asegurando los puntos principales ele aquella m,idin y principal.parte de la frpntern. En Arauco dejó 40 homllres, eóColcura algunos pocos; y San Pedro como pun\O mas- ih1portante e inmediato al enemigo lo puso al e,uidado de su segundo, el activo y valeroso Ten�ente Coronel, D. Antonio Quintanilla, con 50 hombres de fusil y algunas milicias. Con estas disposiciones y bajo esteplon qoedóCarrera con todo su abatido ejército restau·ador como blo1ueado en Concepcion y solo poseía el poco y mal terreno de la costa por donde escasa y trabajosamente se comunicaba .con las provincias del otro lado de) Maule y con In capital de donde estaba- pidiendo y espE-rando los l!OCOrros rle jcnte, dinero , armas ele.; pero Sanchez desde Chillan destacaba sus. guerrillas que diariamente sorprendían los correos y r&­ mesas que se arriesgaban a pasar por lo .mas remoto de la costa. - . Por estos motivos estab.,n reunidos y estancados en Talen todos los ausilios que se rer,,itian de la capital sin atreverse a pasal' el Maule te­ merosos de las correrlas <leChillim. En este estado de cosas, meditaba en Concer,cion el parti1!0 que le r1;mvenia tomar, para salir de aquella opresion y contener el pro;;reso c!e las ventajas de Sanchez, y desde luego conoció que, · este tanto mas,se. l!ebilitaba ,· cuanlo mas se estendia en ocupar· y protPjer tanta dilatada Hnea como la que oc.upaba su pequeño ejército, clesdc Maule hasta Arnuco que dista 100 leguas ele N. a S. con muchas flexiones· del E. al O. que si'ri <luda duplican dicha distoncia. Para el efecto proyectó acertat:amenle reunir sus ·fuerzas y acercarse a Chillen por el ltata, esperando ele este movimiento que Sanchez desnmparar1a sus nue­ vas conquistas replrgan<lo sus tropas al ceniro de Chillan amenazado y él consi gu iria la facilidD(l de recibir los auxilios de Talea, acercándose a· sa encuentro miéntras . ent,e!cnia la .. ntencion del enemigo: Efectivamente