Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814

• t,0 11Ell0BIA,.BISTÓalC4 ron los de Sanchcz al campamento desocupado del enemigo y en él halla­ ron muchas municiones y vivetcs, cañones inutilizados y otros varios útiles que todos fueron concluci1los a la ciudatl. Allí se veian mull1tu<I rle recient.rs sepulcros que manifestaban el grande estrago que había sufrido ese infeliz !'itiador, y muchos de ellos tan supedicialcs y mal cubiertos que :qrnrerian a la ,·isla los rslro1w,Hlos ra<lúvcrc , � in · i c ndo <le pasto a las aves y animales e,,l'IIÍ\ o r :i s . IJ dia 10 di�puso ti,mchez una fuerte <livision compuesta de 800 fusileros, ,) 00 <lnigones y 300 111ilioianos al mand() ele! m.iyor .leneral D. folian Pinucl con órden espresa <le atacar al enemirro en lapo. icion r¡ue lu nkanzase seguro ,le sn vencimiento, pues lo consl:�ia que tuda la fuerza de Carrera uo excdia de 600 fusileros y po­ cos mas 111ilic_iano,; por habén;l'lc dispersado y perccitlo cuasi todn su Jento en las acciones <lcl s itio . Al amanecer se halló Pinuel a media legua del onemigo y no pndicndo rcconorcr su verdatlera posicion, a causa de una oscura iiiebl:i, hizo alto con su divi,-ion, enviando a Carren1 un Parlamen­ tario con quien le intimaba la rei:dicion. Este aviso salvó a Carrera y lo aprovechó para prevenirse ocup,111do la fuerte posicion del cerro, a ouyo efecto detuvo al Parlamcnlario mas ele dos horas, respondiendo con mucha arrogancia al oficio de Pinucl. Este informado del oficial parlamentario no• quiso arriesgar la l\CCion y se regresó a Chillirn con jeneral disgusto Y' cól-cra de los soldados que 1:lamaban por batir al enemigo y por el desa­ cierto de . no haberlo at,1r.:ulu sin preceder intimacion alguna. Pinuel regresó a Chillan con su division, padecien<lo la jenernl censura ele <lema� siado circunspecto ( hab l ando modestamente) y aun Sanchez la sufre ahora por no haber <lestioado a un Elorriaga u otro semejante que acasJ hubiera conve�tiJo la oscµridad de la niebla en oportuna coyuntura p a ra acometer de sorpn�sa omitiendo dar parte al e ncmi Q o <le su llegada y des b aratán <l o lo áotes que ·Jo 'supiese; pero el Jencral se t l i sc u l p a con la ordinaria etiqueta y c.erernoniql de cooscrl'ar el ór<len Je grn<luucion, segun el cual corre!¡pondia a Pinuql el mando de la division. Ojalá se pospusieran estos respe­ tos a la verdadera utilidad y honra <le las armas y se ahorraria el vano dolor de ·ver perdidas his mejores ocasiones I El clia 11 a las nueve de la mañana eQtrarou en Chillan mas ele 80 nobles prisioneros, entre ellos diez y siete . saccrdo\es ele todas clases y jerarquías, Canónigos, Prelados re � ulares, ��ras &c. qt1c Carrera tenia desterrados y presos en el lugar de la FhJrida por adictos a la causa del Rei. Fucr,>n libertados y conduci­ dos por el Capilan D. Mariano (}1üizarcs, quien destinado par¡i el efecto con 2� ho_mbrcs CJ)'Ó como uu rayo s:>bre aquella p'Jhlac10n al amanecer del día diez y sor¡3rcndien<lo la guaraicion ele 30 hombres que los custo­ diaban. aprisionó al �uez y otros varios insurjentes, causando tal temor y conmoeion en a4uJllos lugares inmediatos y hasta ea la Concepcion que no dudaban asegurar los fuaados de la Florida ser 500 chilotes los que la habían sorpreudid:>. Esta falsa noticia se les hacia creib!e considerando la distancia· de quin ce leguas que, a retaguardia del ejército de Carrera, se hallaba aquel lu g ar, <bode juzgaban no podia internarse sin mucha fuerza; y produjo el bu(ln efect.o de hacer retroceder y dispersarse enteramente un de s t¡¡c¡ _ m c oto de 200 hombres de lusil que el Comandante insurjento Cald e roñ ' traía de refuerzo para ol ejército de Carrera y solo distaba ya J