Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814

DB LA .RBVOLl1CION DB CIIII.B, 8 tumhrúndolas a la pe1ca con el enemigo por medio de las gaerrillas que ma:idadas por buenos oficiales _siempre regresaban victoriosas y cargadas de hotin , vacas, caballos, equi p ajes, armas, municiones y de muchos p1isioneros, teniendo tan aterrados a los enemigos 1 ue jamás· se atrevi11n a scparars � de su atrinc�erado campo. A; p esar de ? . total falla de recur­ sos o de dmero se trabajó mucho en Ch11lan y hah1htó el fuerte de San Bartolomú co:i tanto acierto y conocimiento de su, autor y director el e wonel comaadanle de Artillería D. José Berganza como lo demostrará dentro de p ocos días, el feliz éxito de s � in � ortal _ <;kfensl calc � lada de ante-· mano en fuerza de su talento y espcrienc,.,,. m1htar. Conoc10 desde luego que aquel punto debía ser el . del ataque del enemigo y no se engañ6, pues era imposible defender todas las avenidas de una ciudad situada en una grande y eslendida llanura con un p uñado de jente enferma, des­ nuda y mal pagada , pues solo se daban dos pesos mensuales al soldado y diez al oficial sin distincion de _ grados; pero a mi parecer, una de las parles princi p ales del mérito de Sanchez y mas desconocida� siem­ pre consistirá en hacer conservar la· fidelidad, nnion , entns1asmo y valor de su ejército en tan críticas circunstancias opuestas. por su natu­ raleza a producir estos efectos.. Los soldados de Sanchez eran continua-· me � te solicitados � or los insurjentes co � infio�ad de promes � s y pre !D ios, pomendo estos peligros en tanta aprens1on al Jeneral que casi mas cuidado le daba su p ropio ejército que el enemigo y t11•0 que disimular en estos días como s1 lo ignorara, la contravertida opinion de un complot de al­ pos de sus cobardes oficiales que meditaoan·la i gn ominia de las armas del Rei. No contaminó tan infame conducta a los soldados que, idólatras del,.vaior 1' del entusiasmo ele su jeneral, solo deseaban llegar -a las llléllO& · y destruir al enemigo en campaña rasa aun ántes de que se acercara a . la ciudad. Asi lo tenia ideado Sanchez, si como era regular el ejérciieooutrario hubiera bloqueado por diferentes pnntos a la ciudad p,so. no ·dii) acasion al proyecto la precaucion y temor ele Carrera que·no 8é",awevio a desmembrarlo, ni dividirlo y aun con todo él reunido pro­ &ar.aba.aeam,111r en lngares foertes. En este estado y durante la ausencia­ de Carrera, salieron algunos partidas de Chillan a reconocer y provocar, al enemigo que en al gu nas lijeras escaramuzas fué siempre escarmentado y obligado a replegarse a su campamento, hasta que el dio i6 llegó de Talca su jencrn\ trayendo uri buen ref11erzo de tropas con dos culebrinas de a 48- cuyo suceso fué celebrado con salva jeneral ile todo el ejércit@ qne sirvió de aviso a Sanchez. Sin ,perder un instante movió su campo Carrera aquella misma noche y amaqeció con él sobre Chillan, posesio­ nándose de una mediana ahora cita al Noroeste de la ciudad y distant.e un tiro de cañon. Envió en el mismo dia un oficial parlamentario parl\ &ratar verbalmente con Sanchez; pero negándose este a la entrevista se le contestó·, q ue solo se cnlenclcrí¡1 por oficios; en cuya virtud se pre� tieDli) al otro dia el. Parlamentario con<luciendo los oficios siguientes:

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=