Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814
DE U REVOLVCION DE CBII.E. 188 al mismó tiempo que los verdaderos beneméritos quedan olvidados y arrio.;. conados porque . carecen de dichos arbitrios, o lo mas regular , porc¡ue carecen de ambiéion. Para remediar este malléngase noticia anticipada y reservada de las personas idóneas y capaces que existan en estas proym.:.. cias, cuando ocurran las vacantes, consúltense y atiéndanse estas rela ciones, sin que tengan parte, ni aun noticias los mteresados, pues aunque ni aun de este modo se puede evitar ahsolutalJ!ente todo error, pero será sin dudamui comun el acierto. La inobservancia de estas máximas y la costum bre . ordinaria de la provision de toda clase de empleos para la América ha sido la causa orijinaria y principal de las revoluciones actuales y lo será de su total ruina si no se pone remedio. Pudiera escribir un largo tratado sobre esta materia con solo lo que he visto en 31 años que resido en este Reino, y formar una serie tan monstruosa como verdadera de sujetos mal empleados y premiados por las razones dichas. Referiré un solo caso por mm notable omitiendo centenares. Una casualidad me obligó a oir la misa ' de un sacerdote de tan pocas letras que no podía juntarlas ni pronunciarlas en las palabras mas comunes y trillada.s del misal y mucho ménos enten der Jo que :Significaban por propia confesion , de lo que escandalizado y ad mirado pregunté que como se permitía tal desórden siendo tan notoria mente inepto? Pero luego creció mi admiracion, viéndolo Obispo y sa biendo que los informes que fueron a la corte para pretender la mitra fue ron tan falsos como bien apoyados por un deudo poderoso que tenia en ella. Pero basta para digresion acaso ajena de esta e!!pecie de escrito aunque tan necesaria por su importancia. El jeneral Carrera residente en Concepcion no cesaba, segun hemos visto, de prometer la pronta y fácil rendicion de Chillan apesar de que sus muchos preparativos y tardanza indicaba mas temor y dificultad de la que aparentaba ·en sus escritos, i,ues entre otros muchos aparatos traia de aquella ciudad dos cañones de a 2i y pidió de la capital otros dos de a 4 8 como si Chillan fuera algun pueblo enmurallado o tuviera al gu na ciuda- dela inespugnable. MONITOR 36. Con fech1' 20 de junio escribe a su Gobierno en los siguientes•.••• «Ya se acercan las tropas de la Patria para destruir a los últimos p ira tas. La division de observacion al mando del Coronel O'Higgins se situa rá el hínes 2-1 en el Diguillin que dista ocho leguas de Chillan. La division del centro está sobre el ltata. La de esta ciudad y la artillería de batir está en marcha y lo mismo sucede con la de San Cárlos y Talca. En toda la prósi111a 11emana esl.arémos sobre Cbillan y a mediadi>s de la siguieot.e serán conohiidos nuestros trabajos.» . . . · Con:fecha !3 publicó y decretó el Gobierno la Libertad de Imprenta es pfü:ada en- un reglamento que consta de diez artículos, segun se ve . e11 el Monitor núm. 35 ; pe,:ó dicha libertad solo se concedía y se usaba para , es&ablecer errores polílicos y morales y para apoyarlos con otros mayores .y escandaJosos, oprimiendo del tal modo a la Yerdaci y.a la justiciaque cualquiera , proposicion o palabra pronunciada en defensa de, �i�has ·•ll'-
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