Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814

.. f l 1 l 1 realistns o amantes <lel buen ónlen' en su mayor parte la miraban comc>s favorable a su cnusa, y deseaban interiormente la guerra civil, p ara . que ( decian los rcvoludomlrios) se debiliten , en cuyo estado será mas fácil reducirlos a so deber: pero mi parecer siempre íué contrario l lo fundaba en muchas r�zones. Primeramente, la Relijíon, la C.rrida , y el natural amor ele nuestros hermanos abommando tales deseos. aua entre noe!'tros mayores enemigos: en 2 . 0 lugar si se atentlía por el as­ pecto político, lampóeo resultaba vent:ija algona a 1a buena causa, porque p ar a la guerra se habían de levl\ntar muc1ias tr c p;:i s pc•r una y utra _parte, la s que con el oso <le las armas y ele la pelea se l1ari;1n a¡;uerridas, y ser­ vrnn para el caso y tiempo en que se pudiera rcconq u i -S. t a r , ol Reino con . ln fuerza; pues el qoe prevaleciera cualquiera <le !ns dos partes, era in .. - diferente para el Rei, est,mclo amLns :gualmente distantes ,le someterse a la Nncion, y en caso ele ser atacado el Reino por las armas :del Reí i;e unirían las clos partes disidentes, segun lo esprcsan repetid a s 'l'eces en sus contestaciones de avenencia. Si los Carreras, es d ec i r , la Ca­ pita l estaban <lecidi,los por la independencia, no 1o estaba mén'JS el Dr. Rosas que rs decir la Provmcia de Concepci,,n se � nn se mnnifiesta en los tra ta d os, o artículos de paz o convcniu qtte con lecha �2 ele - Ene­ ro se formaron en Concepciun y son los siguientes. CAPJtULO DI: AVENENCIA 'El'ITH'E SANTIAGO Y CONCES'CIOl'f. El Sr. Presidente y Vocales del poder Ejecutivo. Los anteriores arl . ículos de convenio declaran bien las ideas y el carác­ ter del sistema de Chile, que elbs llaman causa j e n e ral de Ja América, los que no fueron ratificad,Js en Santiago, porque l os Carreras no po<lian c,onsentir en que Rosas auxilí:id•l <le la Provincia, les igualase en poder; y aun les impusiese 1.i lei. Por este motivo se aumentaron las llamas ilel in... cen<lio de la discordia. y prosiguieron las amenazas y preparativos ele gue-:' tJ:a. Para este nuevo empeño era prncisu busc:lr plata, y se tom;:iron mu­ tbos arbitrios estrnon1inarios, tipropián,\ose el Gohierno el ilep á s i t o de la tedenciou de cautivos, parte de los fondos ilc la casa ele l\ hneda y 100 ps. que en este consula,lo se hallaban pertenecientes nl <le Cn<liz. No faltao11n en esta ciudad enemigos <le los Carreras, y partidarios ele Rosas, y de Concepcicm, pero tambien sobraban a estos arbitrios para atraerse la vo­ Junta<l jcneral del pnehb, tan inclinado naturalmente al ,lesór<lcn, y al.li ­ bertinaje. Desde el primero de Enero costeaha el gobierno una buena mú.. �ca de muchos instrumentos, y se convidaba jcncralmeute a todos los que <Juisícran asistir en el paséJ o alamcJa de los Tajamares desde el ano­ checer hasta la medía noche, asistiendo a dicha rliversion Jos · vrinci­ pales M:rndones, y casi toda la juventud y · oficiales militares, con tal multitud de mujeres de todas clases que parecía despoblarse la ciudad de todos sus moradores. En aquellos concursos nada se te­ nia que ,lesear en órden a la libertad, y corrupcion de costnmhres, hurtos, torpezas, embriagueces; escándalos y toda especie de delitos go-

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