De la dietista al nutricionista: 50 años de una profesión

13 no adecuadas o necesarias de olvidar. La historia de las instituciones y de los· individuos siempre son de penas y alegría, de éxitos y de fracasos. Lo i'Tlportante es rescatar lo positivo de lo negativo, que nos haga crecer, tanto en el plano personal como en el profesional. Este volver al pasado, sintiéndolo de nuevo aquí, nos permite comprender prejuicios tan arrai– gados en nosotros, nos permite reanalizar los acon– tecimientos con la tranquilidad del tiempo y sin la emocionalidad del momento al verlos en las pala– bras de otros. Nos permite reencontrarnos con nuestras raíces y con el desarrollo de nuestra profesión, nos permite darnos cuenta que nos han dejado un sello particular, y en último término, nos permite conocernos mejor. Esperamos que para las nuevas generaciones de profesionales sea un medio que les ayude en mayor medida a comprender nues– tras debilidades, defectos, sacrificios y cualidades, y conscientes de ello puedan construir el futuro. Una de las enseñanzas que nos deja este re– corrido por la historia, es que todos en alguna medida, somos protagonistas de ella, muchas veces con pequeños gestos generosos, a los cuales en su momento no les vislumbramos su real importancia, y que sin embargo, constituyen aportes cuyo valor sólo se aprecia en la perspectiva del tiempo. Espero que la lectura de este libro nos sirva pa– ra retomar el compromiso con nuestra profesión, lo que nos demanda una actitud generosa, un gran esfuerzo constructivo, disciplina cotidiana, perseve-

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