De la dietista al nutricionista: 50 años de una profesión
78 ANA USICIC ZANNI antes de tiempo? Tantas otras queridas amigas perdidas en el recuerdo. Tengo tres ofenas de tra– bajo, ¡qué lata tener que escoger!, Hospital-Clínica, me decido por el viejo y hermoso Hospital San Francisco de Borja, quedo a cargo de la Maternidad, la reorganizo con bastante éxito, comienzo a incor– porarme al equipo que trabaja en el área de Salud Pública específicamente en Salud Escolar, nos dirige la Dra. Paula Peláez, experta cuando nadie pensaba en ello, en Salud del Adolescente. Julio de 1967. Entro a la Escuela nuevamente, esta vez de Instructora, acompañaré a Mariflor He– rrera, que está a cargo del curso que egresará por vez primera con el título universitario de "Nutri– cionista", a pesar de ser aún la Escuela del S.N.S. Hay un ambiente agradable, alegre, se conservan aún algunas restricciones, resabios del pasado, hay alumnas casadas con guagua, la Tere Boj y en primero con tres niños Annabella Rebolledo. Las risas hacen eco en la escalera con barandas de fierro forjado, se esparcen desde el subterráneo hasta el techo, todo sigue pulcro y cuidado, las docentes permanentes Sra. Victoria Atria, Sra. Lidia Femán– dez, Sra. Carmen González, Sra. Inesita López, Nivia, Rousana, Mariflor, Neri, mi gran amiga Elena Parra, el querido Dr. Osear Herrera Aristegui, último jefe de la Cátedra de Nutrición, el Dr. Julio Santa María Santa Cruz, tan moderno en su actuar y tradicional en sus polainas. 1969. Durante la enfermedad del Dr. Herrera, la Sra. Inés López lo subroga durante largo tiempo.
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