De la dietista al nutricionista: 50 años de una profesión
MEDIO SIGLO DE UNA PROFESION 69 No queremos trasformar este trabajo en una larga lista de nombres ilustres. Hay muchos más, que podríamos mencionar, mas dejemos esta tarea para una futura oportunidad. Para terminar sea permitido, enviar a Uds., casi 2000 nutricionistas universitarias, un breve mensaje acerca de la esencia misma de vuestra profesión cuya fundación, gracias a Dios, ha sido obra del autor de estas líneas, hace exactamente 50 años. Una profesión -y la palabra misma lo dice: pro– fesar una fe, una convicción- es mucho más que un título, un diploma. Es la renovación permanente de un voto para servir, y en el caso de Uds., contribuir al mejora– miento de enfermos, sean éstos niños, adultos, ancianos y aún personas aparentemente sanas, pero que necesitan mayores nociones acerca de la nutrición, para alcanzar una plenitud de vitalidad gracias a vuestra labor educativa en cuanto a su alimentación. Una profesión, por lo tanto, no debe asemejarse a una botella vacía, aunque ostente una etiqueta do– rada. Corresponde a Uds. darle el máximo contenido científico-humano mediante el buen desempeño diario de su profesión y un afán continuo de per– feccionamiento técnico-científico. La Escuela que fundé, las obras que he podido publicar son naturalmente insuficientes. La ense– ñanza impartida por varios centros universitarios da a las nuevas profesionales una base sólida, la que debe completar con estudios sin descanso, per-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=