De la dietista al nutricionista: 50 años de una profesión

AUSENTES PERO SIEMPRE PRESENTES EVOCAR A QUIENES se han ido para siempre, es triste, es doloroso - mas, como dijo el poeta ro– mano: "Non omnis moriar", no me muero del todo. Lo mejor que el ser humano, su espíritu, lo ejemplar de su vida permanecerá siempre presente, a pesar de su ausencia física irrevocable. Es por eso que no tememos evocar los nombres de aquellos amigos, que con su lealtad y abnegación ayudaron a forjar una profesión. Sea permitido mencionar en primer lugar a Sor Everildis, dietista-religiosa del viejo y glorioso Hos– pital Barros Luco. Creo, que si hay cocinas en el cielo, allí estará Sor Everildis, preparando .una "Schone Kuchen" para los habitantes del reino celestial. . Y en~ las dietistas recordamos con especial emoción a nuestra colaboradora Srta. Olga Díaz Durán, verdadera alma de la Escuela, bondadosa e

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