De la dietista al nutricionista: 50 años de una profesión

RAICES DB LA ESCUELA DE DIE11STAS 31 futuros maridos no se quejaran de la comida; por eso como cursos de perfeccionamiento, se enseftaba a preparar complejas salsas, tortas y hasta mistelas. Aunque no lo parezca, quienes dictaban esas clases también son antepasadas de las Dietistas-Nutricio– nistas y ya abuelas muy cercanas desde que Joaquín Cabezas dio status organizado a la formación de las Profesoras de Economía Doméstica. Este pionero en el campo de la enseñanza peda– gógica, a su vuelta de viaje de estudios en Europa, comenz.6 a luchar por elevar el nivel de los entonces profesores de gimnasia, para llevarlos a la caJidad de Profesores de Educación Física. Con acenado cri– terio apreció que la alimentación adecuada era factor importantísimo para el buen desarrollo físico, y ello lo llevó a incorporar al curriculum la enseñanza de una buena alimentación. Para eso necesitaba de profesores capaces y de allí que se preocupara de elevar también la calidad de lo que comenzó a lla– marse Profesoras de Economía Doméstica. Gracias a sus esfuerzos llegó en 1906 a abrirse en Morandé 707, el Instituto de Educación Física y Técnica, que otorgaba títulos de profesor de igual nivel que los del Instituto Pedagógico que, aunque en esa épcx:a aún no tenía nivel universitario propiamente tal, lo era mayor que el grado de las escuelas del área de la salud. Y aquí comienzan a acercarse las raíces de la Escuela de Dietistas que venían de nuestra área y de la pedagógica. En la nuestra, en la Escuela de Medicina, por esos años comienza un mayor interés

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