De la dietista al nutricionista: 50 años de una profesión
30 JUUO SANTA MARIA S.C. muy buen criterio, esos pioneros se dieron cuenta que no bastaba regalarla: éra indispensable enseñar a usarla bien. Y para ello buscaron y consiguieron voluntarias que mostraban a las maIDitas .como pre– parar las marnadcras. Miradas retrospectivamente podr (amos decir que fueron las primeras Educadoras en Alimentación, con mención en Salud Pública y como tales. antepasadas de las actuales Nutri- • • CIODlstas. Fue tarnbi61 en los establecimientos pediátricos donde se principió a dictar cursillos para el personal de sus cocinas, la primera semiUa de los actuales au:xHiares p~cos de SEDaE. Entre estas ini– ciativas hay que destacar la del Dr. Juan Thicny, del Hospital San Juan de Dios de Valparaíso, quien abrió allí cursos con cuni.cula organizado, en los que figuraba la enseftan:ia de Alimentación. La primera escuela que otorgó Diploma de Enfermera, abriendo así la ruta de· todos los futuros profesionales de co– laboración nxdica. Siguiendo esos pasos, muy pron– to nuestra disciplina fue incorporada en las escuela de la Beneficenci~ en el Hospital Arriarán, y en la universitaria del San Vicente. Pero, todavía en esa q,<>C8, 18$ alumnas y algunos profesores, miraban en menos a esas que llamaban 'clases de cocina'. C.On ese nombre existía un ramo en las escuelas primarias y más tarde. en los liceos para niñas, dictadas en esa época por profesoras que se for– maban en las llamadas Escuelas Técnicas. Los. obje– tivos de estos cursos no iban más allá del enseñar a preparar guisos para que, más tarde en la vida, los
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