De la dietista al nutricionista: 50 años de una profesión

V. A MANERA DE EPILOGO EL MIRAR HACIA ATRÁS, si bien puede ser peli– groso como lo atestigua la mujer de Lot, en el caso de la Carrera de Nutrición es altamente aleccio– nador, su evolución ha estado llena de experiencias valiosísimas, en las cuales no sólo se ha logrado sortear los inconvenientes de tipo institucional, político y humano, sino que se puede ofrecer una verdadera tradición en la formación de profe– sionales. El Período de Oro de la Carrera, demuestra que cuando se cuenta con la asociación de una ins– titución académica comprometida, un grupo humano calificado y creador, y el deseo de establecer tareas comunes, se pueden cumplir metas y objetivos relevantes. Un espíritu de cuerpo y la existencia de lazos invisibles de afecto y amistad, son indis– pensables. Ya tuvimos la experiencia. Si ello no se puede obtener en el futuro, haría