Manual de cineclubismo : red de cineclubes de Chile

Manual de Cineclubismo - Red de Cineclubes de Chile - 21 En 1962, gracias a una invitación de la Universidad de Chile, Henry Langlois visita el país y se reúne con miembros del Cine Club, en específico con Pedro Chaskel y Álvaro Bunster, reafirmando la intención que había en la época de generar lazos internacionales entre los cine clubes. Ese mismo año, otro importante hito del cineclubismo chileno sucede: el 20 de agosto de 1962, el doctor Aldo Francia funda el Cine Club de Viña del Mar, convirtiéndose en la segunda experiencia cineclubista en Chile. Ese mismo año, se inaugura el Cine Club de la Universidad de Concepción, y al año siguiente se abre la Sala de Cine Universitario de la Universidad Austral de Chile, que se convertiría en el Cine Club de la Universidad Austral. Esta iniciativa estuvo sostenida por los rectores Eduardo Morales Miranda y Felix Martínez, y el director del Departamento de Extensión Cultural de la época, Maurice van de Maele. La primera presidenta del Cine Club fue una Fiscal de la Corte de Apelaciones de Valdivia, María Mardones. Esta instancia ha ha mantenido su labor ininterrumpidamente, siendo una de las más importantes en la actualidad. Al igual que el caso del Cine Club de la Universidad de Chile, Aldo Francia y el equipo del Cine Club de Viña del Mar incursionaron en la realización audiovisual, con un largometrajequeseconvertiríaenunosde losmás importantes de todos los tiempos. En 1969 estrenan Valparaíso Mi Amor, el primer largometraje realizado por un cine club en Chile. De esta forma, podemos sopesar la relevancia de los espacios de cineclubismo en Chile durante los ‘50 y ‘60: no cumplieron solo el rol de ser lugares de exhibición de películas que no se podían ver en los circuitos convencionales, sino que además articularon un campo de reflexión crítica y producción cinematográfica, que desplegaba una fuerza significante que configuró todo un movimiento en la época. La avanzada terminó con el Golpe de Estado del 1973, forzando a muchos cineclubistas a abandonar el país y/o abandonar el cine. Durante la dictadura la actividad cineclubista decayó, no obstante, no murió por completo. En el complejo contexto cultural de la época, en 1975 se funda el primer cine club en dictadura: el Cine Club Omega, integrado por los críticos Sergio Salinas, José Román, y cinéfilos como Alex Doll.

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