Políticas públicas de verdad y memoria en 7 países de América Latina: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay

24 instituciones políticas, autoridades de las Fuerzas Armadas, entre otros. Es de esperar que estas demandas sean variadas y tengan énfasis diversos. Algunas se enfocarán en la reivindicación y recuerdo de las víctimas, otras en el potencial que las iniciativas de memoria aportan para el fortalecimiento de una cultura de derechos humanos y democracia. También estarán aquellas que intenten fomentar la reconciliación nacional en base al perdón y olvido, y otras que buscarán conmemorar a las autoridades de la dictadura y las “obras” que ellas llevaron a cabo 32 . Como se dijo, las demandas son múltiples y las luchas por la memoria no suelen resolverse por consenso. El sentido del pasado que se recupera y también el de la memoria que se construye responderán a los intereses particulares de quienes lleven a cabo cada iniciativa 33 , y se insertarán junto a otras demandas, en un terreno complejo de disputa por la legitimidad y fuerza de las memorias que promueven. * * * 32 Tómese como ejemplos a la Fundación Presidente Pinochet y al movimiento Argentinos por la Memoria Completa. En nuestras fichas, se puede revisar los conflictos en torno al memorial El Ojo que Llora en Perú (Perú – Ficha Nº 33 “Ojo que Llora”), y en Argentina la placa conmemorativa pro-dictadura en el Bosque de la Memoria de Rosario, (Argentina – Ficha Nº 9 “Bosque de la Memoria”). 33 Un ejemplo puede ser Londres 38 , en Chile. Las demandas para la recuperación del inmueble se originaron en tres colectivos que tienen vinculaciones al lugar desde experiencias y memorias distintas. En consecuencia, las relaciones entre ellos, y de ellos con el Gobierno, no han estado exentas de conflicto. Ver Chile – Ficha Nº 16 “Monumento Histórico Londres 38”.

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