Derechos humanos y mujeres: teoría y práctica

De otro lado, el Programa Mundial de Alimentos señala que el 60%de las personas que sufren de hambre crónica son mujeres y niñas. Ello hace patente la necesidad de erradicar las prácticas tradicionales nocivas relacionadas con la alimentación, como el permitir que las mujeres coman solo después que los hombres estén plenamente satisfechos, permitirles consumir solamente alimentos menos nutritivos o sobrecargar en ellas la recolección de agua para uso doméstico. 8 Este tipo de problemas que enfrentan las mujeres se hacen mucho más graves en situaciones de conflicto armado, en las que se profundizan los obstáculos para el acceso a estos derechos sociales. 9 3. DERECHO AL TRABAJO Y NO DISCRIMINACIÓN El derecho al trabajo implica que las mujeres deben tener la oportunidad de ganarse la vida con el trabajo que elijan, con oportunidades de empleo igualitario y bajo condiciones de salario dignas y saludables. Existirá discriminación a este respecto en la medida en que las posibilidades y condiciones de empleo sean desiguales para grupos de trabajadores igualmente productivos (hombres y mujeres), es decir, que cuentan con similares capacidades, nivel educativo y potencialidades de desarrollarse en el ámbito del empleo. Un aspecto en el que las mujeres han sido tradicionalmente discriminadas lo constituye el salario: la remuneración de las mujeres, en todo el mundo, es menor que la de los hombres en alrededor de un 17%. 10 Las razones que explican la discriminación que sufren las mujeres en el ámbito del empleo no son solo legales, sino también históricas, culturales, sociales y económicas. En efecto, el ingreso de las mujeres al trabajo remunerado se verificó de formamuy posterior al de los hombres, concretamente, en la segunda mitad del siglo XX. En sus inicios, la protección jurídica de las mujeres trabajadoras no estuvo dirigida a incentivar su participación igualitaria en el mundo del trabajo, sino a proteger su debilidad física y el bienestar de su familia. 11 El ingreso tardío al mundo del trabajo impactó en la posibilidad de obtener un ingreso propio, autoestima, autorrealización y fortalecimiento de las relaciones de confianza y sociabilidad. En este sentido, autoras como Pautassi resaltan que el empleo no solo procura ingresos, sino también vínculos sociales. Más allá de su importancia económica, el trabajo tiene un enorme significado simbólico, ya que para muchas mujeres el acceso al empleo es un paso importante en un proceso más amplio de autonomía y ejercicio de derechos ciudadanos, al mismo tiempo que tiene un carácter emancipatorio de los imperativos de la tradición y la religión que restringían sus opciones de vida. Por último, se ha reconocido también un componente social en las causas de la situación desventajosa de las mujeres en el trabajo, que se relaciona con el hecho de que históricamente a los hombres se les ha exhortado a trabajar para atender a sus familias, mientras que a las mujeres se las ha acusado de abandonar a esa misma familia cuando salen al mercado laboral en busca de un salario complementario. Los hombres “entran en la carrera”, las mujeres, por el contrario, “desertan del hogar”. 12 De otra parte, algunos estudios señalan que muchas mujeres de 20 a 24 años no buscan empleo debido a la realización de trabajo no remunerado en el interior de sus hogares, mientras que, en contraste, en los varones la inactividad económica se debe a los estudios u otras razones. 13 Dichos estudios revelan que, en casi todas las ramas, las mujeres están más educadas que los 8 Red-DESC (2013). 9 Ver, en particular, el análisis sobre mujeres y desplazamiento forzado en: CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Auto 092/08, de 14 de abril de 2008. 10 RED-DESC (2013). 11 BERGALLO y GHERARDI (2008). 12 PAUTASSI (2007). 13 RICO y MARCO (2006). 255 Derechos Humanos y Mujeres: Teoría y Práctica Au onomía Económica, Pobreza, Desarrollo: La No Discriminación y los Derechos Sociales de las Mujeres

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