El niño abandonado en Chile: la herencia del régimen militar

142 OSYALDO TORRES G. formal" y cuando lo hacen en los mercados informales, no hay con- lJ'Ol efectivocontra los que abusan de su condición de menor. En es- te sentido la protccción legal para que los menores no trnbajcn se ha ~to c~ltra los propios menores ya que quedan desprotegidos. Esta contradicción debe resolverse por la vía de generar empleos a los padres, con salarios justos, para impedir la presión que ejercen los nifios por trabajo, cuandoaún no cumplensiquierael ciclo esco- lar, ni salen de la ninez o adolescencia. En el aspcctO educativo, la carencia de programu de estudios destinados a la formación de los menoresen situación irregular, es ungraveproblema.Nosólono hay planes especiales de aprendizaje, tampoco existe una formación técnica, en especial de pedagogos que les permita trabajar con la infancia abandonada, existiendo sí ~•alistas en los problemas que elloconlleva (estímulo psicomotriz). Bn cuanto a los Servicios de Salud, losmenores abandonados en la calle son atendidos en calidad de indigentes, o sea, no tienen que cancelar por su atención. Sin embargo, es por todos conocida la ba- ja calidad de la atención que se proporciona a los indigentes; más aún si se toma en cuentaque el sistema de salud, engeneral, atravie- sa por una crisis de proporciones. Los menores que se encuentran en establecimientos disfrutrul de una mejor atención de salud. cir- cunstancia que pudimos constatar en el desarrollo de la investiga- ción. Esto obliga a apoyar de manera específicaal "nífto indigente" que mesece atención especial. Tambioo se observa una carencia impresionante de beneficios que apuntan a este sector tan desprotegido de nuestra sociedad. Aparte deJ Decreto oon fuerza de Ley 150, no encontramos otto cuerpo legal que establezca beneficios social~ finalmente pensamos que los programas aJtcrnativos de trabajo comunitario tienen el imperativo de coordinarse, generando un in- aercambio concreto de experiencias, información en los campos de la e.nseftanza, capacitación y conocimientos de las propias inquie- tudes de los que trabajan con los menores. Este es el capital más preciados que tiene la sociedad y los niftos, para la implementación

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