Las frágiles clases medias.
Estudios sobre grupos medios en Chile contemporáneo -
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Clases Medias y Desigualdad
tan diversos tipos de personas. Sentados alrededor de una mesa los tres jugadores deben lo-
grar acuerdos sobre criterios de clasificación, una vez que se imponen argumentativamente o
se comparten ciertos criterios es posible distribuir el total de cartas en la cantidad de grupos
que los jugadores consideren pertinente
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, hasta llegar a una clasificación final la que incluye
la tarea de darle un nombre a cada grupo de cartas, elegir un representante y establecer las
distancias que separan a unos de otros.
En detalle el juego consta de tres fases, la primera marca el inicio de toda la estrategia; un
moderador da la bienvenida a los participantes y les explica detalladamente las instrucciones
para la fase que ahí comienza. Los tres jugadores y el moderador se encuentran sentados
alrededor de una mesa al interior de una sala de espejos, desde el otro lado de la sala, el
equipo que compone la fase cualitativa del
Proyecto Desigualdades
observa el desarrollo de la
situación. Además, pensando en el análisis posterior hay un equipo técnico ocupado en gra-
bar la experiencia, captando el desarrollo del juego al interior de la mesa, y los movimientos
que los jugadores realizan mientras este ocurre. Los tres participantes tienen frente a ellos
un mazo de 60 cartas, cada una de las cuales contiene una fotografía de medio cuerpo e
información relativa a ocupación, ingreso, nivel educacional, comuna y religión, las personas
que aparecen en las cartas son reales, y fueron elegidos de la muestra utilizada por la encuesta
ENES, realizada durante la fase cuantitativa del mismo proyecto el año 2009. Por su parte
los jugadores fueron contactados por Maritza Guerra de la empresa
Guerra y Cerda
durante
el mes de marzo del presente año, y la selección se corresponde con 6 categorías tomadas
de la clasificación de Goldthorpe y Portocarrero (1993). La primera instrucción del juego es
mirar con atención cada carta y agruparlas generando cuantos estratos decida el grupo. Para
esto deberán discutir y negociar entre ellos los criterios mandantes para la estratificación,
así como el número definitivo de estratos, una vez lista esta fase deben asignar un nombre
a cada grupo, escoger a una carta representante de cada montón y por último reproducir en
la mesa la distancia que, según ellos, separa a los distintos grupos en la vida real. Durante
el proceso los jugadores se ven obligados internamente a situarse en un contexto que si bien
está planteado como lúdico, obliga a objetivarse para argumentar sobre como diferenciar a
las personas que componen todo el mazo.
El juego se realiza simultáneamente con dos grupos de jugadores, que ubicados en salas
separadas siguen las mismas instrucciones. Al final de la primera fase, los jugadores han lle-
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Además de los tres jugadores se encuentra un moderador que los explica las reglas del juego. Intentando ser lo menos
directivo posible, el moderador recomienda a los jugadores no perderse en una cantidad tan extensa de grupos.