Gabriela Mistral: el libro y la lectura
69 Gabriela Mistral: El libro y la lectura tral (1941) expresa: “los profesores sudamericanos que deben enseñar a los niños a ver y sentir el cuerpo patrio, cuando escriben manuales piensan tanto en su aprobación por el Ilus- tre Consejo, que no hay modo de que se atrevan como usted a escribir metafóricamente y a entregar un país que aparezca tan vivo como un hermoso animal; el que usted atrapó en su ojos alienta y quema de vivo” 82 . La correspondencia señalada entre el lenguaje de las lecturas escolares y las expectativas del lector al cual van dirigidas, sumada a la importancia otorgada a la lectura gozosa que abre la imaginación, conduce a la insistencia mistraliana por la utilización tanto de imágenes como de poesías y narraciones populares. Referente a la imagen, Gabriela rescata el poder que posee todo tipo de ilustraciones para atraer instintivamente, por medio de la vista, al lector no avezado. En su“Imagen y pala- bra en la educación”, escrito originalmente en 1946, Mistral (1979) comenta: “desde siempre consideré a la Imagen como una especie de superpalabra, que evita todo error y que con- vence mucho más que la mera palabra escrita o hablada” 83 . Seguramente influenciada por la atracción popular que des- prenden las imágenes del cine, la escritora promueve el li- bro ilustrado. Para ella, este tipo de libro es un primer paso fundamental hacia el libro tradicional, es el punto de partida para tomar el gusto por la lectura y luego zambullirse en obras más complejas: “un buen observador de las mesas lectoras se ha dado cuenta de la preferencia que el pueblo da al libro ilustrado [...] Yo he visto cómo en el campesino el amor del leer comienza con la ingenua hojita local, pasa después al se- 82 MISTRAL, Gabriela. Prólogo: Contadores de patrias. En: Subercaseaux, Benjamín. Chile o una loca geografía. Santiago de Chile: Universitaria, 1973. p. 9. 83 MISTRAL, Gabriela. Imagen y palabra en la educación. En: Scarpa, Roque Esteban, coord. Magisterio y niño. Santiago de Chile: Andrés Bello, 1979. p. 204.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=