Gabriela Mistral: el libro y la lectura
37 Gabriela Mistral: El libro y la lectura Domingo Sarmiento, exiliado de Argentina por el gobier- no de Juan Manuel de Rosas (1829-1852), emigra a Chile en 1830, donde reside hasta 1855. Como da cuenta Subercaseaux (2000), la labor educativa que desarrolla Sarmiento en Chile es destacable. Recién llegado al país analiza silabarios, car- tillas y los procedimientos de lectura que se utilizan; luego, desarrolla un método gradual para enseñar a leer. En 1842 el gobierno de Manuel Bulnes (1841-1851) le encomienda la creación de la Escuela Nacional de Preceptores, una de las primeras de su tipo en Latinoamérica. Desde este cargo lleva a cabo una campaña a favor de la instrucción, del libro y de las bibliotecas, fomentando las sociedades de lecturas y las bibliotecas populares 15 . Gracias a la labor de Domingo Sarmiento se inauguran en Chi- le más de cuarenta bibliotecas populares a lo largo del país. Sin embargo, veinte años después de esta iniciativa, alrededor de 1965, él mismo constata la reducción de estos centros a once solamente. Responsabiliza de este fracaso a los libros que prestaban estos centros, los cuales, según su percepción, no correspondían a los intereses ni al nivel intelectual de sus usuarios. En referencia a este punto, Sarmiento (1913) expresa: Se pueden suministrar al pueblo libros morales, religiosos, modelos de pureza de lenguaje, útiles y buenos, sin embargo, a ese pueblo no puede llevársele por la fuerza y maniatado a la biblioteca, a leer lo que nada le mueve leer. ¿Es moral el libro, es serio, es útil? Razón de más para no leerlo. El pueblo, es decir, el que no tiene el hábito de leer, comienza a leer uno de esos libros tan recomendados y principia por bostezar y acaba por dormirse 16 . 15 SUBERCASEAUX. Op. cit. p. 50. 16 SARMIENTO, Domingo Faustino. Bibliotecas populares. En: Obras com- pletas. Buenos Aires: 1913. v.3, p. 56.
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