CIENTOCINCUENTA AÑOS DE POLÍTICA EXTERIOR CHILENA
a)
El disou.rso del Preside,nte Pinochet.
Minutos después de suscrita el Acta
de
A<luerdo de !PUerto Montt,
el Presidente de Chile dirigió unas breves palabras a su colega
ar~
gentino y a los demás asistentes al act0
6S •
En el discurso aclaró, en
primer
término}
que las negociaciones a
realizar en ningún caso afectarían los derechos que en el área del
Canal Beagle "el laudo reconoció a Chile", lEn
segurndo término}
el
!presidente declaró enfáticamente que, si bien Chile no alberga nin–
gún ánimo expansionista, oumple "la responsabilidad de defender
el patrimonio que le corresponde por derecho", En
tercer término}
se
hizo referencia a la principal divergencia dhileno-argentina, a saber:
la jurisdicción marítima de ambos estados en el Atlántico sur; al
respecto indicó que de acuerdo !a; las leyes y práctica internacional
vigente, la fórmula de delimitación debe determinarse por una línea
eq.u-idistante; Chile reafirmó de este modo, su posición reSlpccto de la
línea del límite en esa área. Para
finali~!Y'}
el Presidente Pinoohet
recordó que el Trata;do de Solución Judicial de ICJontroversias suscrito
en 1972 era la fórmula adecuada de solución si la negociación bila–
teral resultaba inoperante.
La importancia de este disourso reside en que el Gobierno de Chile
rea'firmó su posición en todos aquellos aspectos que no quedaron cla–
ramente estipulados en
el
Acta de Acuerdo de Puerto Montt, Se puso
así en antecedentes a la República Argentina de que IChile está dis–
puesto a
defender
sus
leg{IJimos derechos
pese a que se avino a dis–
cutir las cuestiones limítrofes suscitadas en los últimos años por ese
país; por otra parte, la
reafirmación
chilena de su posición reSlpecto
del límite marítimo en
el
sur, es claro indicio de que Chile
no está
dispuesto a oeder ante las desmedidas aspiraciones
trasandinas en esa
zona. lEn este aspecto entonces se echó por tierra los persistentes ru–
mores provenientes de Argentina de que Chile estaría dispuesto a
aceptar un condominio en ciertas islas australes a fin de que Argen–
tina ejecute el Laudo. Y por último al recordar el Presidente IPinoohet
la existencia del Tratado de Solución Judicial de Controversias, dejó
claramente
e~puesta
la posición
favotTable
de: nuestro país hacia el
mismo, ¡por una parte, y por la otra, es una clara indicación de que
Chile recurriría a esa forma de solución de fracasar las negociaciones
a iniciarse.
""El discurso fue publicado en su integridad por la revista
Estrategia
en su
número correspondiente a nov./die. 1977, enero/febrero 1978, p. 102 Y sgtes.