Gorbachov: demoledor y constructor

El 23 de abril de 1991, Gorbachov, en forma inesperada, logró un acuerdo con los Presidentes de nueve repúblicas, incluido Yeltsin, firmando un pacto destinado a lograr relaciones estables entre el gobierno central y los gobiernos republicanos de Azerbaijan, Byelorusia, la Federación Rusa, Kayakstan, Kirghisia, Tadjikistán, Turmenia, Ucrania y Uzbekistán. El pacto daba pleno apoyo a las propuestas del gobierno central para rescatar la economía y fijaba un itinerario para realizar importantes cambios políticos, que empezarían con la firma del nuevo Tratado de la Unión que se esperaba que estuviera listo en tres meses. Dentro de los seis meses después de firmado el Tratado, se adoptaría una nueva Constitución y se realizarían elecciones generales en todo el país. La declaración dejaba en claro que el Tratado necesitaba sólo la firma de los representantes de las nueve repúblicas. Se reconocía, asimismo, el derecho de las llamadas repúblicas rebeldes a no adherirse a él (Armenia, Estonia, Georgia, Letonia, Lituania y Moldavia); estas repúblicas quedarían excluidas del "nuevo espacio económico común" que se establecería. 12 Las negociaciones del gobierno central con las repúblicas sobre el Tratado de la Unión se prolongaron hasta julio de 1991; el día 24 de dicho mes Gorbachov anunció que el proyecto de Tratado estaba terminado. Las negociaciones se habían caracterizado por una progresiva concesión del centro a las demandas de las repúblicas por una mayor independencia. El proyecto establecía que las materias relativas a la defensa, política exterior, energía, comunicaciones, transporte y presu– puesto de la Unión, serían decididas conjuntamente por el centro y las repúblicas; en todas las otras materias las leyes de las repúblicas primarían sobre las leyes de la Unión. Las expectativas de Gorbachov de tener firmado el Tratado antes de la reunión cumbre del Grupo de los 7, se vieron frustradas por la actitud de Ucrania que planteó, entre otras objeciones, la necesidad de examinar las posibles contradicciones entre el Tratado y su declaración de independencia. Por otra parte, en nuevas negociaciones con el centro, las repúblicas demandaron más concesiones como el control republicano sobre las industrias locales de defensa y el control conjunto de las aduanas. Finalmente, el proyecto de Tratado fue aprobado por el Soviet Supremo de la Unión Soviética, después de haber sido aprobado por ocho de los nueve parlamentos republicanos, pero no por el de Ucrania. Como se sabe la firma del Tratado, planificada para el 20 de agosto, no pudo tener lugar por el Golpe de Estado que se produjo el día anterior; esta 12 Keesing's, Record ofworld events, (London: Longman, Aprill991), p. 38129. -17-

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