Integración de Chile al Mercosur: escenarios y perspectivas
para nosotros es una materia tan importante como el tema arancelario. En definitiva, nuestra relación con el Mercosur es cualitativamente superior a la de los acuerdos limitados al libre comercio. Mercosur es para Chile una apuesta estratégica más allá de lo económico-comercial. Por eso es que el tema arancelario puede esperar mientras el bloque avanza en la convergencia macroeconómica. Cabe señalar que, para nuestro país, resulta imposible elevar sus aranceles a los niveles del Arancel Externo del bloque. De ahí que, la posibilidad de concretar la plena membresía esté condicionada por la reducción de ese arancel hacia el nivel del arancel chileno. Mientras no se produzca esa convergencia, Chile mantendrá su autonomía en materia comercial. El :ingreso pleno de Chile al Mercosur es compatible con nuestros otros compromisos de libre comercio y negociaciones en curso. No hay por qué pensar en una contradicción o inconsecuencia entre que Chile, por una parte, se incorpore como socio pleno al Mercosur y, por otra, negocie su asociación a la UE o avance en la negociación de un TLC con Estados Unidos. El mismo concepto de cooperación fortalecida ("enhanced cooperation") que se aplica dentro de la UE para singularizar a aquellos países que quieren avanzar más rápido dentro de un marco de integración común resulta aplicable a los esfuerzos que Chile y el Mercosur desarrollan para vincularse a la UE y a otros eventuales socios. Si Chile puede avanzar más rápido que el Mercosur hacia la meta común del libre comercio, debe aprovecharse esa circunstancia. El Producto Interno Bruto de Chile ascendió a 75 mil 386 millones de dólares en 1999. Nuestro comercio exterior en bienes ascendió ese mismo año a 29 mil 936 millones de dólares. Estas cifras representan respectivamente tan sólo el 0,25 % Yel 0,32 % de los totales mundiales. La integración más diversificada posible es entonces el camino más natural para Chile en el mundo que está emergiendo. En todo caso, Chile puede tener una "diversidad comercial dirigida" cuyo fundamento se¿¡¡. la profundización de los lazos con el Mercosur. Por ejemplo, es un imperativo estratégico mejorar cada vez más la conexión física entre nuestro país y el Mercosur. Vivimos en un continente que tiene pocos vínculos entre sí; escasas carreteras, pocas redes energéticas comunes e insuficientes conexiones aéreas y marítimas. Precisamente debido a nuestra ubicación periférica y nuestra lejanía de los grandes centros de la economía mundial, Chile tiene una necesidad urgente de mejorar la integración física con su entorno. Chile no puede depender para siempre de la explotación de sus recursos naturales, de sus commodítíes. Es necesario anticiparse a las nuevas tendencias mundiales y ofrecer un nuevo marco a nuestra economía. Un marco que le permita prestar servicios a una escala regional y ofrecer a nuestros sectores empresariales y de trabajadores mercados más amplios y competitivos. Para ello el Mercosur es un socio clave. Finalmente, un aspecto más oculto, y tan valioso como los anteriores, es considerar también los intereses políticos y de seguridad de Chile. Participar en todas las instancias del Mercosur tiene un fuerte sentido estratégico e incide en la seguridad del país. Tener como socios estables y confiables a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay trae aparejadas profundas implicancias que llevan a un rediseño de los escenarios geopolíticos que en nuestra región predominaron desde el siglo XIX. 10
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