La Biblioteca del Instituto Nacional y de la Universidad de Chile

“El archivo es el deposito mas recomendable a todo establecimiento. Su omisión ha he- cho jemir siempre a la posteridad; causa daños incalculables i con nada puede suplirse. Por eso lo habrá en el instituto de todos los papeles anexos a su erección, conservación i progresos, guardándose en el mejor órden los expedientes matrices i documentos, así en la parte literaria, como en la económica i de administración” 2 . 9 Este libro asoma a esa historia desde el archivo recóndito de una biblioteca hoy desconocida. La docu- mentación dice que alguna vez existió un Archivo del Instituto Nacional, el que junto con resguardar papeles fue almacenando los progresos “literarios” y que más adelante se vinculó a otro proyecto lla- mado Gabinete de Lectura. En las ordenanzas que dieron origen al Instituto se estipuló: Detalle de la cuadra de los Jesuitas, basado en el plano del arquitecto Juan Herbage (1849). Este dibujo confirma la distribución de los edificios en el solar hacia los últimos años del Instituto y Universidad en la calle Com- pañía antes de trasladarse al sitio actual. Presumiblemente la organización del solar coincide con los planos más antiguos conocidos, del año 1605, que enseñan el local del Colegio Máximo antes del Terremoto Magno. Fuente: Archivo Institucional, Biblioteca del Instituto Nacional. La historia de una biblioteca es también la de una biblio- grafía signo de un modelo de educación que se traduce en los repertorios de textos. La historia de la Biblioteca que aquí se esboza es la un proyecto político republicano que puede leerse en tres instituciones que comparten una historia común no sólo desde un nuevo discurso sobre el ciudadano, sino también en la comunión de lugares físicos en ausencia de edificios especialmente construidos para las nuevas instituciones: Senado, Instituto Nacional y, posteriormente, la Universidad de Chile.

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