La Biblioteca del Instituto Nacional y de la Universidad de Chile

Introducción 8 En el Bicentenario del Instituto Nacional, la Universidad de Chile, a través del Archivo Central Andrés Bello y la Biblioteca del Congreso Nacional, se suman a esta con- memoración retomando los vínculos indisolubles de las dos instituciones señeras de la educación pública unidas no sólo por el proyecto de país que les da origen luego de las guerras de independencia, sino también, por encarnar un modelo de educación en torno al libro y las biblio- tecas que se tradujo en la conformación de la segunda biblioteca pública más importante del país, luego de la Biblioteca Nacional, la que representó el tránsito de la biblioteca conventual a la República de las Letras y de la cual sólo tenemos débiles vestigios: la Biblioteca del Ins- tituto Nacional y de la Universidad de Chile emplazada en la antigua capilla del convento de San Diego. 1. Ordenanzas del Instituto Nacional literario, económico, civil y eclesiástico del Estado.Acta de los acuerdos de 27 de julio de 1813, en: Sesiones de los cuerpos legislativos de la República de Chile 1811-1843, Santiago, Imprenta Cervantes, 1887, p. 313. 2. Idem “Será, por fin, una escuela universal donde se forme el eclesiástico, el abogado, el estadista, el majistrado, el caballero, el artesano, el médico, el minero, el comerciante, en una palabra, el que desee ser útil a sus semejantes i a sí mismo. Estará abierta a todos, porque los beneficios públicos deben ser comunes a los que forman el completo de cada pais, i si es rico puede sacrificar sus fortunas para abrir un colejio a sus hijos; ya tendrá francas desde su casa el menesteroso las mismas escuelas sin gravámen, i con todos los auxilios que le negaron hasta ahora la entrada al templo de Minerva” 1 . Fachada de la Iglesia de San Diego de Alcalá en la esquina de San Die- go Nueva (Arturo Prat) con la Alameda. Este era el aspecto de la capilla cuando, en este sitio, tenían los franciscanos su noviciado hasta mediados del siglo XIX al momento que se construyera el palacio universitario a su costado. Lo único que se conserva del templo son los óleos de la vida de San Diego que hoy se exhiben en el Museo Colonial Franciscano. Fuente: Colección Archivo Fotográfico, Archivo Central Andrés Bello,Universidad de Chile.

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