La Biblioteca del Instituto Nacional y de la Universidad de Chile
El mobiliario también fue desmembrado; fueron entregados 18 metros de estantería mural al Instituto Pedagógico avaluados en 5000 pesos. A la biblioteca de Derecho de la Universidad de Chile, dos me- sas grandes de lectura y veinte sillones giratorios, avalado todo en 1300 pesos.Al Internado nacional Barros Arana, dos estantes dobles, una mesa grande de lectura, dos escritorios de pie y un mostrador con cajones, con un valor de 2350 pesos.A la casa del pueblo de Santiago, se le entrego 20 metros de estantería mural avalada en 4000 pesos. Los años posteriores a la demolición de la biblioteca marcan definitivamente el distanciamiento intelectual, entre el Instituto y la Universidad. Incluso, ambas en- tidades protagonizaron intercambios epistolares poco amistosos, tales como la pelea por la colección de libros donada por la viuda de Pedro Montt . Este enigma y las preguntas que dejamos instaladas en este pequeño texto, esperamos que ayuden a la reflexión y la prospección de lo que queremos para nuestro futuro y que nos muestre que las relaciones entre los deseos, las personas, los recursos y los espacios, señalan nudos que tardan siglos en construirse y que es a lo que llamamos capital cultural, el que está permanentemente amenazado por decisiones vandálicas legitimadas por un principio de autoridad discutible, que de no tener como freno la memoria, seguirá dejando espacios vacíos en nuestra mente. 63
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