La Biblioteca del Instituto Nacional y de la Universidad de Chile

En la década de 1830 se suma a los modos de conformación de los acervos la publicación propia pues los profesores del Instituto tenían la obligación de redactar sus lecciones, con el objeto de imprimirlas y repartirlas a los alumnos. La institución contaba con su propia imprenta. Los alumnos, de acuerdo con las disposiciones regla- mentarias de 1832, tenían acceso a los libros al interior de la biblioteca. Durante este primer periodo, el instituto logra ser fecundo en la publicación de textos de enseñanza, sobre todo, relativos a gramá- tica, matemática, moral, historia de Chile, geometría. En este periodo el Instituto es el gran actor de los debates respecto de cuáles serían las mejores estrategias para alfabetizar a la población, lo que en la práctica significaba preguntarse cuál era la mejor forma para enseñar a leer y a escribir a una mayoría nacional que formaba parte de una cultura de costumbres y tradiciones orales. La triada educación, libro e imprenta se consolidó en el discurso y los proyectos, pero debía hacer fren- te a la transformación de las prácticas lectoras como transformación de las relaciones humanas, específi- camente de la sociabilidad del nuevo ciudadano en la ciudad. El libro requería entonces de una biblio- teca concebida como un nuevo espacio urbano para un nuevo tipo de lector-ciudadano.Así como se señalaba que los nuevos títulos debía “rectificar” los conocimientos, también debían traducir las nuevas formas de hacer: formar juristas “elocuentes y en pos de la concordia civil”;“químicos que analicen la riqueza que, por desconocida, pisamos en el país”; botánicos que desenvuelvan las virtudes útiles de los preciosos vegetales que, desvirtuados, acarreamos a grandes costos i distancias; médicos bien elementados, que auxilien la naturaleza doliente; cirujanos educados en la disección, que alejen la incertidumbre de las operaciones; i ciudadanos virtuosos, dispuestos i útiles en todas las clases del estado” 37 . La Universidad de Chile, en este contexto, surgió como resultado casi natural de las discusiones aca- démicas habidas al interior del Instituto Nacional específicamente las tensiones entre éste y la Uni- versidad de San Felipe. El carácter selectivo del Instituto fue tachado de arbitrario, relativo y dirigido por el Rector, generándose otra polémica en torno a la política de examinación de quienes deseaban habilitarse en los estudios superiores. La Universidad de San Felipe fue disuelta por disposición legal el 17 de abril de 1839. En su artículo segundo funda la Universidad de Chile definiéndola como casa 37. Ernesto Boero Lillo, Crónicas de siglo y medio del Instituto Nacional de Chile, Ediciones Boletín del Instituto Nacional, Santiago, 1963, p. 46 26

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