La Biblioteca del Instituto Nacional y de la Universidad de Chile
El Instituto Nacional fue heredero de varios recintos educativos coloniales tales como la Universidad de San Felipe, el Colegio Carolino, la Academia San Luis (conocida como Academia de matemá- ticas) y el Seminario Conciliar de la diócesis, destinado por el cabildo eclesiástico, especialmente, a formar sacerdotes. El 18 de julio se proclamó su fundación en el Diario el Monitor Araucano 18 . El local destinado a la instalación del Instituto Nacional, Literario, Civil y Eclesiástico del Estado de Chile, como se le deno- minó en un principio, era el mismo que había ocupado el antiguo Colegio Máximo de San Miguel, de la Compañía de Jesús, que comprendía la manzana que actualmente ocupa el edificio del Congreso Nacional y sus jardines, limitada por las calles Compañía, denominación que recibió porque el tem- plo tenía su frente hacia dicha calle, el costado oriente estaba la calle Bandera, llamada inicialmente Atravesada de la Compañía, hacia el norte estaba la calle Monjitas y el poniente limitaba con la calle Morandé 19 . Con la Reconquista española el Instituto Nacional fue suprimido y las antiguas aulas del desapa- recido colegio jesuita se destinaron al cuartel del regimiento Talaveras 20 . Con el triunfo del Ejér- cito Libertador se restauró el Instituto Nacional, así señaló un periódico de la época su apertura: “Y el Instituto Nacional destruido por el enemigo vuelve a establecerse mejorado en la próxima festividad de la Virgen del Carmen, para que prospere bajo sus auspicios, como nuestras armas vencedoras” 21 . Sin embargo, su reapertura se realizó días más tarde, el 20 de julio de 1819 22 . Hasta 1850 el Instituto Nacional siguió funcionando en el antiguo convento de los jesuitas, año en que fue trasladado al solar que ocupa actualmente 23 . Aquí entronca también la historia de la Biblioteca del Congreso Nacional que este año cumple 130 años, una historia que tampoco ha sido fácil. El 8 de agosto de 1854 se aprobó la ley que auto- rizó la construcción del edificio del Congreso Nacional en Santiago. Su único artículo expresaba: “Se autoriza al Presidente de la República para que invierta las cantidades que fueran necesarias en la construcción de una casa de sesiones del Congreso Nacional” 24 . Sin embargo, la demolición del antiguo edificio sólo comenzó a efectuarse en el año 1857. Allí estuvieron el Museo Nacional, la Biblioteca Nacional y los Tribunales de Justicia instituciones que lo fueron abandonando paulatina- mente. El 8 de diciembre de 1863 se incendió el templo de la Compañía, una catástrofe mayor que dejó cerca de dos mil víctimas. En 1884 la Biblioteca pasó al edificio del Consulado 25 . Otro desastre, el voraz incendio del 18 de mayo de 1895, la destruyó quedando sólo algunos libros mojados y otros con daños por el fuego. Gran parte del archivo del Congreso Nacional desapareció 26 . 18. El Monitor araucano, N° 31. 19. Hanisch,Walter. Del primer colegio jesuita al Instituto Nacional. En: Boletín de la Academia Chilena de la Historia.Año XXX. Nº 68. p. 113. 20. Zañartu, Sady. Santiago: calles viejas. Editora Nacional Gabriela Mistral Ltda. Santiago, 1975. p. 31. 21. Gaceta Ministerial de Chile. Nº 99, 3 julio de 1819. tomo I. p. 1. 22. Ibídem. Nº 3, 31 julio de 1819. tomo II. p. 1. 14
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