Perspectivas del derecho internacional contemporáneo: experiencias y visión de América Latina

NUEVAS Il'STITUCIONES DE INTEGRACiÓN EN AMF.RICA I"ATINA I F. On'ego y ]. higo in guridad propio de nuestra época, que se compendia dramáticamente en la frase "la escandalosa provisionalidad" de Ortega y Gasset. Coincidía con esta apreciación el Profesor Francisco Orrego Vicu– ña, al afirmar en Caracas: "La sociedad internacional contemporánea se caracteriza por su alto grado de inestabilidad, fenómeno que puede apreciarse no so– lamente en el campo político sino también, y quizás con mayor in– tensidad, en lo económico, social y cultural. Todo el orden inter– nacional se encuentra cuestionado, como asimismo las ideas y las instituciones matrices en que se fundamenta. La actual crisis del poder y de la organización internacional, ha adquirido una magni– tud tal que amenaza con transformarse en un proceso incontrola– ble. En esta misma medida, el derecho internacional como estruc– tura reguladora de la vida internacional encuentra también su pro– pia crisis". Crisis, transición y provil¡ionalidad son conceptos que se aplican con frecuencia a todas las instituciones humanas y a todos los pro– cesos sociales, como si el uso de la denominación fuera suficiente para apuntalar la esperanza hacia un cambio positivo o para sus– tentar reservas infundadas en el destino del hombre. Los juristas han planteado, con gran franqueza, 10 que la crisis de la cultura occidental significa para la Ciencia del Derecho en general y para el Derecho Internacional en particular, observando que las dos ac– titudes básicas que es posible adoptar en política, la conservadora y la progresista, conducen a posturas antagónicas frente al Derecho Internacional y llevan a los conservadores a llamar "utopistas" a los progresistas y a éstos a llamar "reaccionarios" a los otros, como bien 10 anotaba Kúnz. Ante este estéril combate, el propio Kunz pro– ponía "la aura vía media": reconocer hl insuficiencia del Derecho Internacional clásico, "de que debe progresar para asegurar más paz, más bienestar y más protección a las naciones y a los indivi– duos ... ", pero, al mismo tiempo, no olvidar que las propuestas sólo tienen sentido dentro de las posibilidades políticas y en un de· terminado momento histórico; no dedicarse a utopías, pero, tam– bién, resistir con toda energía al "realismo", para el cual no hay más que política de poder. "Ni realismo", ni desesperanza, ni uto– pismo" -concluía Kunz-. "La actitud correcta, progresista, realis– ta, científica, debe evitar estas Scilas y Caribdis, equidistante de la utopía, de un optimismo superficial; de una superestimación, del menosprecio y del cinismo. Esta actitud correcta sabe quee1 dere– cho internacional tiene un gran papel, pero ... que no es ni una panacea ni un mito". Una postura equilibrada como la que ha sido eminciada es per– fectamente congruente con el enfoque tridimensional ·del fenóme– no jurídico -normológico, sociológico, dikelógico-, el enfoque de Werner Goldschmidt. que hace decir a Juan Carlos Puig: "En un mundo que aspira ardientemente a la justicia, 'i que a la vez desea comprender vitalmente los acontecimientos que, en caleidoscópica 168

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