Perspectivas del derecho internacional contemporáneo: experiencias y visión de América Latina:

Los COMPLEJOS DE OBRAS PÚBLICAS BtNACtONALES •.. / F. Or·rego )' ]. higoin El Dr. Talice duda que la Comisión Técnica Mixta tuviera fa– cultad para decidir sobre' la regulación de la competencia de los Tribunales porque no se le otorgó expresamente esa facultad. Pero me pregunto yo: ¿Si el Tratado autorizÓ a la Comisión Técnica Mixta para dictar las normas de Derecho Laboral aplica– bles a las relaciones de trabajo que se produzcan durante la cons– trucción de la presa, las cuales pueden ser de naturaleza formal, mátetial o sustancial, no lo estaba autorizando para fijar también las normas de competencia procesal? El punto es discutible. Pien– so que la intención fue concederle esa facuItad, cuando ambos Es– tados aprobaron las normas dictadas. Es- de advertir que los contratos celebrados por la Comisión, con su personal técnico y administrativo quedaron fuera de esta regu– lación y están ,sometidos a un régimen especial. EL TRATADO DE COOPERACIÓN ECONÓMICA Al comienzo de esta intervención hice referencia al Tratado de Cooneración Económica celebrado entre Bolivia, .Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana. Perú, Suriname y Venezuela. y no quiero termi– nar esta intervención sin referirme a él una vez más, porque pienso que las acciones cOI1juntas que realicen los Estados firmantes ten– drán una honda repercusión en el futuro de nuestra América, no sólo en el beneficio propio de los países firmantes, sino aún de los que no tengan territorios en la Cuenca Amazónica. Qué her– 'moso ha de ser que los caudalosos ríos de América nos sirvan de un medio de comunicación que nos permita sentirnos cada vez más cerca., cada vez más hermanos, hijos de una América Latina que como madre generosa nos dé los ricos alimentos de su seno, que s<;!amos un Con,tinente que no tenga que presenciar los sufrimientos de los desvalidos de la fortuna, pero no como un idílico y utópico edén, sino como una realidad que Dios Todopoderoso nos dio y nosotr~s los americanos supimos desarrollarlo para lograr nuestra propia felicidad. 42