Comunidad del pacífico en perspectiva - Volumen 2

LA CoMUNmAD DEL PAcfFICO EN PERSPECTIVA I F. Orrego Vicuña Si su objetivo estratégico es estabilizar a Occidente como dicen sus líderes, la política china podría ser un aporte dentro de esta alianza oceánica para la cooperación y no para la agresión. Las ventajas de una Clooperación en el Pacífico Asiático: En materia de recursos, esta región posee condiciones para formar una Comunidad Económica del Pacífico: Se podría decir que es el granero del mundo (90% de la producción de trigo entre Es– tados Unidos, Australia y Canadá) -¡ China quintuplicó su pro– ducción de petróleo y tiene reservas como las de Estados Unidos y su reserva total sería como las de Arabia Saudita 47 ; Japón y Esta– dos Unidos son las dos potencias más industrializadas y tecnoló– gicamente más avanzadas en el Pacífico y el Asia. El ASEAN Y América Latina dominan gran parte del mercado de materias pri– mas (caucho, estaño, hierro, aluminio, cobre). Su esfera de in– fluencia, la del Océano Pacífico, posee un tercio de la superficie del planeta, 40 estados y cientos de dependencias; un 25% del co– mercio internacional marítimo se realiza a través del Océano Pa– cífic0 4s • - Los recursos renovables en el Océano Pacífico son casi tan im– portantes como los continentales, en especial las zonas del norte de cuyas aguas se extrae la mitad de toda la pesca de este Océan0 49 ¡ - Según N.U.) el área entre Taiwán y Japón puede ser una de las reservas más ricas de gas y petróleo del mundo¡ los nódulos de minerales (poseen cobre, cobalto, manganeso, níquel) y otros ele– mentos vitales para la defensa y economía de los' países del mundo. La mayoría de estas riquezas minerales están en la región del Pa– cifico Central donde se encuentran los nódulos -10 de 15 estados productores de cobre son del Pacífico. Finalmente, los ingresos per– cápita proyectados por la OECE para e1 2000, serian us: 10.577 en Japón; us: 10.086 en Canadá; us: 9.943 en EE. uu. y como referen– cia la CEE u.s. 6.900. "Look Japan, Jan. 1st, op. cit. The Economist, March 3, 1979, p. 63. Los auto– res del Council también analizan este problema con más rigor. "Johnson & Lagdon op. cit. p. 7. ,oIdem p. 8. 72

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