Comunidad del pacífico en perspectiva - Volumen 2

LA CoMUNIDAD DEL PAciFICO EN PERSPECrIVA I F. Orrega Vicuña mes recursos continentales y marítimos que el país posee, logran– do de esta manera un mayor beneficio social y económico para su pueblo. Chile es rico en recursos mineros, forestales, agrícolas y pesque– ros. Posee un enorme potencial hidro y termoeléctrico y tierras que esperan sólo la tecnología y el capital adecuado para que el hombre le extraiga sus frutos. Posee también el país, un gran potencial humano, valioso por su inteligencia y espíritu de sacrificío, dispuesto al trabajo y re– suelto a aprender y capacitarse para enfrentar los desafíos que el desarrollo económico le depare. La paz social que ha logrado el Gobierno de Reconstrucción Nacíonal, según mandato imperativo de la gran mayoría de chile– nos, promete ser duradera, al asentarse día a día la nueva institu– cionalidad que va surgiendo del rescate de los valores permanen– tes del alma y del convivir histórico nacional. La política econó– mica reseñada, los enormes recursos naturales y humanos, la paz social y la normativa general no discriminatoria, hacende Chile un país con enorme potencial de desarrollo, lo que ha sido com– prendido y apreciado por numerosos inversionistas extranjeros de– seosos de participar y cooperar en nuestro desarrollo. Pienso que es posible, y más aún, deseable, que el desarrollo del potencíal que Chile ofrece, sea materializado con la coopera– ción de todos aquellos factores productivos que, de una u otra forma no tengan ocupación inmediata en otras economías de los países ribereños, y que puedan aplicarse a nuestra economía con– forme a las necesidades que ésta demanda. Siendo la comunidad del Pacífico nuestra propia comunidad, vemos con satisfacción la cooperación que se materializa y acrecienta entre Chile y sus veci– nos ribereños. Muchas ion las ventajas que pueden obtenerse de dicha coope– ración. Podemos mencionar los múltiples beneficios que el inter– cambio científico y tecnológico puede lograr, si se abordan en conjunto las costosas investigaciones de recursos, de todos comu– nes, que cada economía p'or sí sola no pueda quizás encarar. Igual cosa podría decirse de la capacitación de técnicos, científicos y profesionales, como de la protección 'y regulación del medio am- :222

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