Comunidad del pacífico en perspectiva - Volumen 2

LA CoMUNIDAD DEL PAciFICO EN I'ERSPECrlVA I F. Orrego Vicuña ten los precios y los costos de producción y los nuevos esfuerzos de exploración que se realicen. Existen, por ejemplo, vastas regiones inexploradas en Birmania, Indonesia y Latinoamérica, que podrían dar lugar a descubrimientos importantes. La exploracióri de la~ mismas va a depender de factores políticos, del nivel de asistencia bi y multilateral, del desarrollo de nuevas fórmulas de financia– miento que sean aceptables por las partes en juego, y del desarro– llo de nuevas técnicas de exploración. De continuar las tendencias en materia de exploración, las % partes de la actividad explorada de los países no socialistas se con– centrará en el futuro en Canadá, Australia, EE.UU. y Sudáfrica. Si se acepta, además, que el alto ritmo de expansión de esta actividad en la URSS va a continuar en la próxima década, se concluye que es altamente posible que el panorama mundial se mantenga sin grandes variantes, ya que la actividad exploradora de las grandes potencias de la minería tendrá obviamente un menor rendimiento que la que se realice en los países en desarrollo, tendiendo a com– pensarse los resultados finales. Los países industrializados deficita– rios en recursos minerales, además, van a tener que centrar sus es– fuerzos en los países en desarrollo para satisfacer su demanda cre– ciente, contribuyendo a ello, también, el agotamiento de sus yaci– mientos más atractivos y el aumento de las dificultades para explo. tarlos, el alto costo de la energía y de los bienes de capital utili– zados en la minería y el aumento de las regulaciones sobre control de la polución ambiental y sobre seguridad y salud del personal minero, establecidas en sus territorios, fuera de que las probabili– dades de descubrir nuevos yacimientos locales cada día serán me– nores. La necesidad de tener que invertir cada día más en regiones remotas e inhospitalarias rodea de incertidumbre las iniciativas fu– turas de exploración de yacimientos de tipo nacional. Mientras que la concentración de las reservas de minerales es un asunto que depende de factores geológicos y de la capacidad de los países para convertir los recursos potenciales en reservas, el domi– nio de la producción, consumo y comercio mundial por parte de unos pocos países, es el resultado del modelo de desarrollo econó– mico que ha caracterizado al presente siglo, particularmente des– pués de la Segunda Guerra Mundial. La posición tradicional de 190

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