Comunidad del pacífico en perspectiva - Volumen 2

PRODUCCIÓN, CONSUMO Y COMERCIO DE MINERALES EN EL MUNOO ••• 3. Producción mundial de minerales En los últimos setenta años la producción de minerales del mundo se incrementó doce veces. Entre los años 1965 y 1977 la producción de aluminio aumentó en un 118%, la de petróleo en un 96% y la de hierro, níquel, vanadio, zinc y cromo en más de un 50%. A pe– sar de esto, la producción mundial de minerales permanece alta– mente concentrada. Casi el 70% de la producción mundial total de metales proviene de cerca de 170 minas. Alrededor de 1.000 grandes minas (de más de 150.000 toneladas/año de procesamiento de minerales) concentran el 90% de la producción mundial, exclu– yendo a las economías centralmente planificadas. Mención especial merece la concentración de la producción petrolera, ya que el 85'% de la producción mundial de hidrocarburos es aportada por 238 yacimientos que representan menos del 5'% del total de yacimien· tos existentes en el mundo. En los gráficos de las Figuras N9 2 a 7, se ~ndica la producción de cobre, aluminio, estaño, zinc, plomo y níquel desde 1961 a 1978. En ellos se señalan la producción mundial de estos metales y la que corresponde a los paises de la Cuenca del Pacifico, pudiéndose apreciar la importancia de estos países en el contexto mundial. La participación de los países de la Cuenca del Pacífico en la producción mundial de los metales señalados, ha sido superior al 60% durante el período considerado, llegan al 65'% en el caso del cobre y aluminio durante los últimos años y al 80% de la pro– ducción de níquel. Las estadísticas mundiales confirman la supremacía de la Cuen– ca del Pacífico en los rubros señalados, así como en la producción de magnesio, cadmio, mercurio, plata, molibdeno, manganeso, etc. Sólo en lo tocante a petróleo, bauxita, cobalto y cromo, ha parti– cipado con porcentajes inferiores al 50% sobre una base regional, cumple señalar que Asia registra el más alto incremento dentro de la producción minera mundial, siendo seguida por Australia, URSS y Europa Oriental. Latinoamérica y Europa Occidental han queda· do muy rezagadas. El hecho más sobresaliente es que el número de países que pro– ducen cantidades significativas de minerales es pequeño y que la 178

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