Comunidad del pacífico en perspectiva - Volumen 2

DIÁLoGO NORTE-SUR y COOPERACIÓN SUR-SUR modo de ejemplo, se considera. la situación de los doce grandes es– tados industrial~s del mundo, se puede verificar que para todas las actividades técnico-económicas importantes -sea que se trate de las exportaciones, el consumo de energía, los gastos en armamentos o lOS recursos para investigación y desarrollo- más del 80% corr:s– ponde a este grupo cuantitativamente pequeño de estados podero– sos. Esto significa que menos del 10% de los miembros de la comu– nidad Estatal, que suman más de 150, reúnen más del 80% de todas las actividades significativas en el campo técnico, científico y econó– mico. En sí mismo, esto no es nada nuevo. Lo que sí es nuevo, es la situación de diferentes características cualitativas, que no podrá dejar de tener influencia sobre la relación futura del gran número de pequeños estados frente al pequeño grupo de países grandes, así como sobre las vinculaciones entre potencias industriales y países en desarrollo y sobre las relaciones entre los propios países en desarro– llo. Junto con este hecho, cabe observar que los países del Sur ga– narán peso como factor independiente político y económico en la medida que refuercen su colaboración y contribuyan, de este modo, a la transformación estructural de la economía mundial. Los países del Sur terminaron, mucho tiempo atrás, de ser par– ticipantes pasivos en un orden creado por los estados industriales. Ya juegan, actualmente, un rol de importancia en el proceso de creación de una interdependencia global. Ellos forman parte inte– gral de los esfuerzos por construir un mundo basado en la coope– ración, sin que hasta ahora, hayan podido reconocer plenamente el rol que les corresponde en esta tarea. Tal estado de cosas se debe también, al hecho que ellos mismos no poseen suficientes sistemas eficientes de coordinación y cooperación. Por esta razón, debe refor– zarse y activarse la cooperación Sur-Sur a nivel regional, subregio– nal e interregional. Solamente de esta manera, los países del Sur podrán realizar su contribución propia para llegar a constituir miembros plenos del proceso de decisión mundial. Solamente se podrá lograr, a largo plazo, una estabilidad econó. mica mundial, que es la condición previa para la eliminación de los obstáculos todavía existentes en el camino a un sistema econó– mico internacional justo y un crecimiento económico sostenido a nivel mundial, que permita la satisfacción prioritaria de las urgen. 131

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