Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental
Heraldo Muñoz I LAs RELACIONES ECONÓMICAS DE EE.¡;t.:. y EUROPA OCCIDENTAL por decir lo menos no apoyan la hipótesis extrema del distanciamiento o irreversible 'dispensabilidad' de estas relaciones"SI . Aunque desde un punto de vista económico la trascendencia de América Latina para los centros se ha mantenido, o acrecentado, desde una pers– pectiva política su impmancia parece haber declinado -por lo menos en relación a la década del 60. A fines de los años 70, los países de la re– gión -con la excepción de Cuba- aparentemente no presentan grandes desafíos a la hegemonía política norteamericana del hemisferio, a pesar del "nacionalismo económico" que se ha expresado en m~didas de expropiación o en la búsqueda de un Nuevo Orden Económico Inter– nacional. Paí;;¡es como Brasil y México pretenden compartir parte de la [unción que tradicionalmente EE. uu. ha cumplido, pero sin cuestionar los su– puestos sistémicos fundamentales de la posición norteamericana en la región. En otras palabras, Brasil y México buscan mejoJ:ar su ubicación relativa en la presente división capitalista internacional del trabajo, en que EE. UU., Europa Occidental y Japó!" son los centros dominantes. Esta valoración de la trascedencia política de Latinoamérica concuer– da, en cierto modo, con la opinión-del Jefe del Estado Mayor Conjunto de los EE. uu. respecto del peso estratégico de la región: "El primer objetivo de los Estados Unidos es mantener a una América Latina estable. amistosa hacia Estados Unidos y libre de in– fluencias externas y) al mismo tiempo, proporcionar a los países latinoamericanos el sentimiento de seguridad requerido para facilitar su desarrollo económico, social y político. Las metas de Estados Unidos son: impedir la instalación de bases de poder hostiles a los intereses norteamericanos; mantener acceso a los recursos regionales; incre– mentar la seguridad y la irrestricta operación del Canal de Panamá; evitar hostilidad intrarregionales; y evitar involucramientos acti– vos de fuerzas estadounidenses en la seguridad interna,,s2. (énfasis nuestro). La cita anterior pone de manifiesto que hoy América Latina no presenta mayores dificultades políticas para Estados Unidos, y que, por lo tanto, su importancia política global es mínima. Se trata, como dijera el General Brown, sólo de "mantener a una América Latina estable y amistosa hacia Estados Unidos", y de i'mpedir tensiones militares de índole regional o extrarregional que pudiesen alterar la estabilidad existente. Incidental- 81 Ibid., pp. 104-105. 82 General George S. Brown (t.:SAF), Chairman of the Join! Chiefs of Stalf, Uniled Slales Military Poslure for Fiscal Year 1979 (Washington, D.C.: Department of Defense, 1978). 8Z
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