Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental

Heraldo Muñoz / LAS RELACIONES ECONÓMICAS DE EE.UU. Y EUROPA OCCIDENT.\L del crecimiento económíco"3, el incremento de la inversión y del ahorro nacional, y la aceleración de los procesos de industrialización. Si bien es cierto que estas tendencias sugerirían que Latinoamérica está superando la dependencia que la ha caracterizado históricamente, la lógica de la perspectiva teórica de la dependencia y datos concretos indican lo contrario. Ya que la dependencia estructural de la región de ningún modo se refiere sólo al sector externo de un estado-nación deter– minado, es necesario preguntarse, por ejemplo, de qué manera la in– versión extranjera o las altas tasas de crecimiento que exhiben algunos países han afectado a diversos grupos sociales al interior de esas nacio– nes. La respuesta es que dichos aumentos en tasas de crecimiento econó– mico o industrial no han ido acompañados de una mejor distribución doméstica del ingreso. De acuerdo a datos de la CEPAL referentes a once países latinoamericanos desde 1967 a 1970, el 20% más pobre del con– tinente recibía sólo un 2,5 del ingreso total. El 50% siguiente percibía sólo un 25,3'-0. El próximo 25% recibía un 42,3%, y el 5% más alto percibía un 29.5% del ingreso total 14. En consecuencia no sorprende la precaria condición humana en que viven la gran mayoría de la población latino– americana, aquejada de extensa malnutrición, mortalidad infantil, anal– fabetismo, enajenación y subdesarrollo. Para resumir, la dependencia estructural de la periferia latinoamericana se manifiesta claramente en las relaciones económicas con los países avanzados de Europa y EE.UU., pero en definitiva no termina allí. 111. ALGUNAS CONCLUSIONES A menudo las relaciones económicas entre América Latina y Estados Unidos y otros países centro son evaluadas sólo en términos cuantitativos, y dentro de un contexto limitado de relaciones bilaterales interestatales. Este ensayo ha intentado analizar dichas relaciones en un marco global de economía política, ponimdo especial énfasis en la dependencia estratégica de los centros y la depmdencia estructural de la periferia, dos espectos fundammtales de la presente división internacional del tra– b31jo. El estado actual de la economía política mundial revela que la vieja división capitalista internacional del trabajo, en que los países subde– sarrollados se incorporaban como simples productores de minerales o 13 El producto agregado de América Latina se incrementó en un 4,8% en términos reales en 1976. Las tasas promedio anuales de creeimiento fueron de un 5,2% en 1961-65, y de un 7,Soro en 1971.74. Estos períodos de crecimiento fueron seguidos por una baja en 1975 en que la tasa fue del 3or., apenas suficiente para evitar una caída absoluta del ingreso per capita (Ver BID, Informe Anual 1977, op. cit., pp. 3-4). 74 Cifras de la CEPAL dtadas en Gustavo Lagos y Horado Godoy, The Revolution of Being: A Latin American Viewof the Future(New York: The Free Press, 1977), p. 49.

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