Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental

LAS RELACIONES ENTRE AMÉRICA LATINA, EsTADOS UNIDOS y EUROPA OCCIDENTAL nante de EE.UU. respecto a la CEE y a Japón. Mientras que en 1967 a EE.Ul'. le correspondía un 63,8"lo de la inversión extranjera en la re~ión, en 1974 ella se había reducido a un 50"lo; durante el mismo lapso, la participación relativa de la CEE había crecido de un 17,5 "lo a un 25"lo, y la de Japón había aumentado espectacularmente de un 2,2"0 a un 22"lo54. En cuanto a los sectores de actIvidad a los que se orientan las rnversio. nes extranjeras, también han ocurrido cambios importantes. A diferen· cia del pasado en que la inversión extranjera se concentraba principal. mente en los sectores extractivos y servicios, "actualmente existe un predominio absoluto de las inversiones en actividades manufactureras destinadas a abastecer el mercado interno, que coexisten con el rema– nente de inversiones extranjeras que fueron importantes en el pasado en los sectores de servicios públicos, minería y petróleo,,66. Como puede apreciarse en el Cuadro 6, en 1967 los tres tipos de inversión pro– veniente de los países del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD"'6 que predominaban eran las manufacturas (36,1)"lo), el petróleo (24,3"lo) y la minería (10,9"lo)51. (Ver Cuadro 6). Otro indicador de 'Ia Importancia de América Latina como mercadó para el capital de los centros lo constituye la posición de la "banca trans– nacional" en la región, cuya expansión representa uno de los principales canales para la realización del capital.dinero a nivel mundial. Como se puede observar en el Cuadro 7, América Latina históricamente ha cons– tituido un mercado de progresiva importancia para la banca norteame– ricana. El crecimiento de las sucursales bancarias norteamericanas en Amé– rica Latina ha sido más rápido que en ninguna otra r~ón geo/.Váfica, incluyendo a Europa. Con posterioridad a la segunda guerra mundial se produjo un salto muy significativo en el número total de sucursales bancarias estadounidenses en el exterior: de 95 en 1950 a 847 en 1975. Gran parte de este rápido aumento correspondió al crecimiento de la banca norteamericana en América Latina, de 49 sucursales en 1950 a 529 en 1975, lo que significó que la participación de la región como por– centaje del total creció de un 52"lo en 1950 a un 62"10 en 1975. En consecuencia, parecería que América Latina representa, efecti– vamente, un mercado de gran importancia para EE. UV. y Europa, y que el 5< Ver CEPAL, El Desarrolla Económico y Social y las Relaciones Externas (1977), op. cit.'sp' 195.. Loe. Cit. 56 Los países miembros del CAD son: Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, EE.UU., Francia, Italia, Japón, Noruega, Holanda, Portugal, Reino Unido, Rep. Federal Alemana, Suecia y Suiza. 51 Con posterioridad a 1967, los procesos de nacionalización petrolera y minera hicie– ron disminuir la inversión extranjera en esos dos sectores. Actualmente, dentro de las manufacturas, las ramas"o.ue sobresalen son la automotriz y la química. 70

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