Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental

Alberto van Kleveren I LA CRIS¡S DE LA HEGEMO~{IA ~ORTEAMER¡CA"" anual de 11.7 por ciento en 1966-70,24,8 por ciento en 1973-74 y 26,2 por ciento en 1976:l 1 • Significativamente, la participación de América La– tina en el endeudamiento externo de todos los países en desarrollo ha aumentado gradualmente durante estos períodos, lo que quiere decir que la región se está endeudando a un ritmo más acelerado que cualquier otra región del Tercer Mundo. Como se sabe, junto a este aumento se ha produ– cido un importante cambio en la composición de los acreedores de la región. La ayuda de tipo bilateral ha descendido considerablemente, hasta el punto que en la actualidad la ayuda oficial norteamericana -tradicional– mente la más importante en la región- no es significativa para ningún país latinoamericano grande o mediano. Al mismo tiempo, el financiamiento multilateral de carácter oficial ha .tendido a estabilizarse en los últimos años en un porcentaje que fluctúa alrededor del 21 por ciento del total de la deuda de la región. La disminución relativa de la deuda con proveedores oficiales contrasta notoriamente con el vigoroso aumento de las deudas contraídas con acreedores de carácter privado, fundamentalmente bancos con sede en los países capitalistas desarrollados. Para las capas diri– gentes latinoamericanas, las ventajas son obvias: menos control en la utili– zación de los créditos, exclusión de criterios "no económicos" en la deci– sión . de otorgar los créditos, tramitación expedita y disponibilidad inrnediatadelos recursos.. Cabe destacar el papel creciente que los· bancos norteamericanos es– tán desempeñando en el financiamiento de América Latina. Ciertamente no es una casualidad el hecho que, según las cifras de la CEPAL, la inversión financiera de los bancos transnacionales norteamericanos en América La– tina esté creciendo a una tasa media anual del 61 por ciento, frente a una tasa del SO por ciento en los países en desarrollo en general 22 . Según otra fuente, los bancos norteamericanos han provisto dos tercios de los 60 mil millones de dólares prestados por la banca privada a los países en desarro– llo no exportadores de petróleo. Estos préstamos se concentran en un pe– queño grupo de países en el cual destaca la presencia mayoritaria de latinoamericanos (Argentina, Brasil, México y Perú). Aún más, del total antes mencionado, casi un tercio fue a dar a sólo dos países de la región: Bra– sil y Méxic0 23 • A la luz de estas cifras y tendencias generales resulta, pues, bastante dificil sostener que la región latinoamericana está aumentando su autonomía con respecto a los centros financieros internacionales y que los Estados Unidos, al menos la banca de ese país, han visto declinar su influencia económica en la región. Es cierto que se han producido impor– tantes alteraciones en los patrones tradicionales de endeudamiento, pero "l¡ Banco Interamericano de Desarrollo, op. cit., p. 104. .. CHAL, op. cit., p. 1154. 23 Cifras citadas en Aldo Ferrer. "Latín America and the World Economy: ,'iome Obser– vations on External Indebtedness and the International Monetary System", Joumal ollnler– amerícan Sludies and World Aflais 20, N° 3, August 1978, p. 333.

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