Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental
Gustavo Lagos I CONCLUSIONES "Iatinoamericanista", el foco de interés de sus gobiernos está en el nivel nacional más que en el regional. Por estas razones, las referencias a América Latina deben entenderse hechas a conjuntos de Estados que enfrentan situaciones básicamente similares o comunes para la región, sin que ello implique necesariamente la adopción de una perspectiva unitaria. La competencia estratégica comprende el conjunto de interacciones en que el comportamiento de un gobierno está condicionado por el com– portamiento y las expectativas atribuidas a otros gobiernos, tratando cada actor nacional de maximizar lo que entiende como su "seguridad nacional" por diversos medios, entre los cuales el empleo potencíal o real de la fuerza mjlitar tiene un lugar esencial. Dos son las características de dicha competencia en relación con América Latina: }O la competencia se ha mantenido latente la mayor parte del tiempo, irrumpiendo en forma abierta y afectando la estabilidad del sistema mundial, solamente en circunstancias excepcionales; ':t' los Estados latinoamericanos han sido actores subordinados a Estados Unidos, con excepciÓn de Cuba, y sólo recientemente han exhibido una cierta capacidad de decisión propia en materias de seguridad, sobre todo en el plano de las relaciones intralati– noamericanas. Tradicionalmente América Latina ha constituido un área "segura" para Estados Unidos. Después de la segunda guerra mundial, y especial– mente en los últimos diez años, los principales Estados de la región han buscado, sin embargo, llegar a desarrollar políticas exteriores menos dependientes de la potencia hegemónica en lo que respecta a los asuntos de seguridad como, por ejemplo, en el caso del Tratado de Tlatelolco. La UniónSoviética , por otra parte, ha buscado beneficiarse de la decli– nación relativa del poder global de Estados Unidos, pero al menos en el caso latinoamericano los principales beneficiarios de la crisis de la hege– monía norteamericana han sido los. propios Estados de la región más que dicha superpotencia, cuya presencia estratégica en América Latina no aparece fácil de establecer, con excepción del caso cubano. El conflicto chino-soviético y la rivalidad entre las dos grandes potencias comunistas puede tener consecuenc!as para América Latina, puesto que algunos gobiernos de la región mantienen con dichos países relaciones de 'alianza o cultivan acercamientos a una de dichas potencias que implican diversos grados de conflicto con la potencia adversaria. En síntesis puede decirse que a pesar de algunos esfuerzos para desa– rrollar nuevas políticas de' seguridad, América Latina, en lo estratégico acepta el statu quo que involucra un grado significativo de hegemonía norteamericana. Aparte de la crisis cubana de 1962, América Latina ha constituido un escenario secundario de la competencia estratégica, Tanto en el contexto de la guerra fría como en la fase de distensión, la competencia ideológica entre las superpotencias ha sido sostenida, Estados Unidos y la URSS se han trabado en esta contienda con armas muy dispares. Mientras de parte de la URSS se ofrece un sistema compren-
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