Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental
Augusto Varas I LAS RELACIONES MILrrARES INTERNACIONALES DE AMÉRICA LATINA otras características, toda vez que desarrolla una de las industrias bélicas de mayor importancia en el continente"9. El problema tradicional de la transferencia de armamentos desde los países centrales a los de la región se ve complicado por la creciente trans– nacionalización de la producción de armas y por el desarrollo de una indus– tria bélica local cada vez más significativa. El interés de las empresas productoras de los países proveedores ya no está en la mera búsqueda de mercados de exportación sino que también les interesa trasladar parte de la producción de material bélico a países de la periferia con un relativo nivel de desarrollo. Así, las empresas transnacionales productoras de armamento se asocian con empresas locales, generalmente públicas, o permiten la producción bajo licencia. Varios países sudamericanos han desarrollado industria bélica bajo esa forma: Argentina, Brasil, Colom– bia, Perú y Venezuela. De esta manera, el abastecimiento de armas sofisti– cadas se comienza a hacer también mediante la producción interna dentro de Jos países de mayor potencial económico de la región. Si a esto se le agre– ga el desarrollo de una industria bélica propiamente autóctona en varios países de la zona (casos de Argentina, Brasil, Perú y Venezuela) tenemos un cuadro de desarrollos bélicos que se distingue notablemente de la situa– ción observada en la década anterior, convirtiendo el comercio de las armas y las alianzas políticas derivadas en una trama compleja. Así, por ejemplo, Argentina ha exportado material bélico a Bolivia, Chile, Perú y Uruguay, y Brasil por su parte lo ha hecho en relación a Bolivia, Chile, Paraguay, Perú, Abu Dhabi, Libia, Qatar, Sudán y Togo. En lo que respecta al área centroamericana los desarrollos bélicos de Venezuela permiten pensar que ellos están estrechamente ligados a la implementación de una politica regional que tiende a disputar la influen– cia cubana en el área. Tal es, a nuestro juicio, el sentido de la protección militar brindada a Costa Rica frente a su conflicto con Nicaragua, adop– tando de esta manera una postura que la pone al centro de la resolución de crisis nicaragüen~6. Igual sentido reviste la dinámica actividad de apoyo económico a los países de menor nivel de desarrollo del Caribe. Esta nueva política venezolana se apoya en un potenCial bélico altamente sofisticado, moderno y apto para esos requerimientos. No obstante lo anterior, no todos estos desarrollos están relacionados con el inicio de ladétente. Muy por el contrario. Muchos de estos elementos tienen una raíz histórica anterior. Sin embargo, su explicación y dinámica actuales se dan en un marco político internacional que posibilita que estos desarrollos se den con la fuerza con la que se han presentado en los últimos años 61 . 59 Cfr. Carlos Portales y Augusto Varas. op. cit. 60 Cfr. Demetrio Boersner, "Una estrategia 'Tercermundista' para el Caribe". Nueva Sociedad,julío-agosto. 1978. 61 Esta situación parece ser común para el Tercer Mundo tal como lo afirma lstván Kende. "Dinamic of wars. of arms trade and of military expenditures in tbe 'Third World'.
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