Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental
LAS RELACIONES ENTRE AMÉRICA LATINA, ESTADOS USIOOS y EUROPA OCCIDENTAL XVII, los ejércitos permanentes consistían mayormente en mercenarios, y la guerra era esporádica y apenas afectaba el curso normal de la vida. No obstante, la premisa básica de que los elementos militar y civil de la política son separados se ha vuelto menos cierta a medida que durante el último siglo y medio ha ido surgiendo nuestro mundo más complejo e industrializado (.,.). No tenemos una política extranjera, una política militar, una política económica, ni una política social, sino que todas ellas forman parte y son sen– cialmente inseparables de la aptitud de los Estados Unidos para defender la libertad. Ahora estamos empeñados en la formulación de la política para la seguridad nado– naI,,29. Estos conceptos se explicaban con mayor claridad algunos años des– pués. Estados Unidos se opone a cualquier tipo de tiranía, no importa de qué "grupo social se origine la misma. El problema es la tiranía, no el dominio militar, de por sí (.). Los militares, única clase social tradicional que probablemente sobreviviría en el pro– ceso de cambio social, podrían desempeñar un papel importante en fomentar la movilidad manteniendo a la vez la estabilidad, en facilitar el cambio mientras se impide el caos. El resultado airoso de la transición en muchas sociedades p'odria depender de la eficacia con que el sector militar Imeda ser encaminado a desempeñar ese papel"¡30 Definidas las relaciones militares regionales desde esta perspectiva tanto la transferencia de armamento como los contenidos de la capacita– ción profesional variarán consecuencialmente. De esta forma el PAM co– mienza a adquirir francas connotaciones polítícas 31 . c) La quiebra del "sistema militar interamericano" Las relaciones militares de la región con los Estados Unidos variaron sus– tancialmente de contenido en el curso de las dos décadas posteriores a la segunda conflagración mundial. Estas variaciones, que se explican a partir de las evoluciones políticas y militares de las fuerzas armadas esta– dounidenses, tuvieron importantes consecuencias políticas. Sin embargo, respecto del desenlace de este sistema de relaciones militares es preciso destacar dos aspectos de importancia. En primer lugar, a fines de la década anterior las fuerzas armadas esta– dounidenses ya no creían en la vigencia del dispositivo de seguridad hemis– férico en sus dimensiones militares. :l!! Raymond J. Barret, "Colaboración en la formulación de politicás", Military Re· view. octubre, 1965. En esta misma perspeetiva se inscribe: Wiltiam R. Tracey, "Envolvi– miento político-militar", M ilitary Review, April, 1969. 30Tte. Cnl. David R. Hughes, "El mito del golpe de estado y la ayuda militar", Mi. lita?; Review, diciembre, 1967. " I Cfr. Gral. Robert W. Porter, "Mirando hacia América Latina", Military Review, junio, 1968.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=