Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental

L,\s RELACIONES ENTRE AMÉRICA LATINA, ESTADOS U~IDOS y EUROPA OCCIDENTAL LA COMPETENCIA AL INTERIOR DE LOS BLOQUES: EL SISTEMA OCCIDENTAL A. Competencia Estratégica Como consecuencia del liderato norteamericano y de la no existencia de rivalidades que pudieran llevar a enfrentamientos militares entre las principales potencias occidentales, no ha habido competencia en este nivel en la región. Si bien la política norteamericana de reducción gradual de los programas bilaterales de defensa y de transferencias concesionales de armas a los países latinoamericanos ha tenido como una de sus conse– cuencia!! el desarrollo de mayores vinculaciones en este terreno con los países de Europa occidental, ello constituye más bien un caso de compe– tencia por mercados que una manifestación de distintas posiciones estra– tégicas. B. Competencia Económica Los cambios ocurridos en las corrientes comerciales y de financiamiento e inversión entre América Latina, Estados Unidos, Europa occidental y Japón obedecen al desarrollo de relaciones competitivas entre los tres polos del sistema económico de los países industrializados, pasada ya la etapa de casi exclusivo predominio económico norteamericano que se vivió en la región hasta comienzos de la década de 1960. No obstante, es necesario recordar que la creciente participación de empresas de Esta– dos Unidos en todas las economías industrializadas estableció relaciones cada vez más estrechas entre ellas. Así, el aumento del comercio latino– americano con Europa occidental necesariamente involucra a las sub– sidiarias europeas de empresas multinacionales norteamericanas. Un fenómeno paralelo se encuentra en el financiamiento a través del mercado de eurodólares. en que intervienen las principales instituciones bancarias de Estados Unidos. Las cifras relativas a comercio e inversiones extranjeras en la región muestran, en todo caso, que las economías de los países industrializados de Europa occidental y Japón han llegado progresivamente a tener 'niveles de participación en las relaciones económicas con América Latina que han mejorado considerablemente su posición relativa frente a Estados Unidos. Las relaciones comerciales con este país, por otra parte, siguen siendo cruciales para el sector externo de la mayoría de las economías latinoamericanas, pero el grado de interdependencia entre América La– tina y Estados Unidos en este aspecto es sustancialmente inferior al que se encuentra entre otros grupos de estados vinculados con potencias hege– mónicas o coloniales y "neoeoloniales". Según datos de la OECD, en 1967 el 640/0 de la inversión extranjera di– recta en los países en desarrollo de América provenía de Estados Unidos y el 36% restante de los demás miembros de la OECD, mientras que en 1975 108

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